La crisis política portuguesa –su primer ministro dimitió el miércoles al no haberse aprobado el cuarto plan de ajustes- llevaba consigo indefectiblemente un terremoto económico. Durante todos estos meses el runrún financiero indicaba que, el país luso, sería el siguiente en ser intervenido. Grecia, Irlanda y, probablemente ahora, Portugal. Consecuencia lógica si tenemos en cuenta […]