La dirección asturiana del PP vive en una nube. Cómoda ya que están todo el tiempo flotando cuando pierden elecciones, y que lanza rayos cuando se incumplen sus dictados. Que lo del pacto global estaba llamado al fracaso era palmario. Siempre, cuando se van a constituir los ayuntamientos, muchos concejales electos desoyen las órdenes del aparato. Le ha pasado al PSOE, IU y, cómo no, más aún al Partido Popular. De hecho, desde sus despachos declamaron que no se apoyase a Foro Asturias, cosa que, únicamente, el PP de Siero cumplió. Ahora, los populares sierenses son muy fieles a las consignas de la dirección, pero se han quedado sin partido.
Y es que, lo que querían hacer en Gijón, no tenía nombre. Intentaron hasta última hora boicotear el pacto que llevó a Foro Asturias hacia la Alcaldía. Algo, por otra parte, que ni sus militantes ni simpatizantes querían. Por mucho que digan, hubiese sido toda una aberración para su electorado ver de nuevo a los socialistas en el poder. Y, lejos de entenderlo, lo que dicen ahora es que van a sancionar a sus concejales. Menos mal -según ha dicho Cospedal- que Madrid ya les corrigió. En fin, que el PP asturiano es como un límite matemático: tiende a cero. Cada vez que tiene que tomar una decisión se equivoca. Los militantes tendrán que empezar a pensar en lo siguiente. Para que los asturianos voten de nuevo al PP, tendrán que botar (bajar de la nube) a sus dirigentes.
La dirección regional tiene el mismo problema que el chico del video: no acaba de aclararse la cabeza.