Visto con todos sus trajes, Anders Behring Breivik, es como si fuese un «Madelman». Sí, esos muñecos que utilizábamos para jugar los hoy cuarentones. Puedes decirle, te visto de gala como si fueses un masón. O te pongo traje de capitán general de no sé qué ejercito. O vestidito para la guerra química y convencional estás más mono. En fin, el «Madelman» noruego da para eso y mucho más, sólo que, este muñeco con apariencia humana, produjo una masacre. Se debió creer que era el superhéroe de algún videojuego y se dedicó a matar gente. Indiscriminadamente y sin ningún pudor. Y si no le llegan a detener, vamos, acaba con la población noruega. Una lástima que, como muchos otros tarados, no se hubiese acabado suicidando. Algo que, por cierto, también ha comentado su padre. Ahora nos ahorraríamos el juicio y sus ganas de ser noticia.

No obstante, el «Madelman» dice que no actuó solo, sino dentro de una cédula. Francamente, lo dudo. Por fortuna, no creo que existan muchos más psicópatas como él repartidos por el mundo. Éste ha visto tanta televisión que quiere formar una nueva A lQaeda, aunque el único miembro activo sea él. En fin, aquí les muestro un catálogo de «Madelman» con sus correspondientes modelitos. Sólo nos faltaba encontrarnos todos los días con hombres-muñeco cometiendo atrocidades.