Más efectista que efectiva fue la reunión del binomio Merkel-Sarkozy. Ambos, ahora, tienen prisa por reformar la zona euro para salvarla. Justo cuando, los alemanes han dejado de crecer, y los franceses tienen vaivenes de deuda. Pues bien, de la chistera se han sacado una «regla de oro» que consiste en limitar el déficit presupuestario en las constituciones. Hombre, a mí eso se me parece mucho a los criterios de convergencia que, por cierto, a la hora de cumplir con el equilibrio presupuestario, se saltaron sin ningún pudor. En concreto, Francia y Alemania más que nadie cuando sus economías estuvieron en dificultades. Además, reformar una constitución necesita un amplio consenso y, pregunto, ¿estarán los grupos de izquierda de acuerdo en limitar el déficit?¿Qué le pasa a un Estado miembro si no la cumple? ¿Le eliminarán los fondos estructurales y de cohesión como dicen?
También, curiosamente, Francia se salió con la suya al querer imponer un impuesto a la banca. La llamada «tasa Tobin» propone gravar las transacciones financieras. Cosa que, lógicamente, estaría muy bien si no fuera porque… acabaremos pagándola todos los usuarios de servicios bancarios. Y de eso no tengo ni la más mínima duda.