Estoy esperando que algún directivo bancario acabe en el banquillo. Yo creo que desde los tiempos de Mario Conde no vemos a ninguno. Algunos cometen auténticas tropelías, sobre todo en las cajas, y, oigan, no pasa nada. La señora de la foto es María Dolores Amorós, exdirectora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Ella junto con otros cinco directivos se repartieron más de 13 millones de euros justo antes de su intervención. Las cuentas de la CAM estaban tan infladas que mostraban 39,8 millones de euros en beneficios, mientras que los inspectores del Banco de España señalaban unas pérdidas semestrales de 1.136. Todo ello mientras esta señora, además, se aseguraba una pensión vitalicia de 370.000 euros. El Estado lleva ya más de 2.800 millones invertidos en la CAM y no la logra colocar a nadie. Es tal el muerto que no la quieren ni regalada. Lo que me pregunto es si, como en otros casos, estos tíos seguirán como si nada. Si recuerdan Caja Castilla La Mancha tenía un director que la llevó a la ruina y, bueno, por ahí sigue. O los de CajaSur. En definitiva, no hay mejor cosa que ser directivo de una caja para estar por encima de todo. Armas la que quieras y aquí pasamos página. Así nos va…

Pinchen aquí y verán a los caraduras de la CAM.