Al gobierno del Principado, en palabras de su presidente, no le dejan gobernar. La oposición en forma de triunvirato intenta que todas sus decisiones pasen por el Parlamento. Algo así, podríamos decir, como quitarle de facto su función ejecutiva. Ahora, los tres grupos (PSOE, PP e IU-Los Verdes) se han unido para derogar una norma que había sido aprobada en el anterior mandato. Si PSOE e IU gobernaban mediante una disposición que permitía reordenar el sector público con discrecionalidad, parece ser que para el gobierno de Foro Asturias esto no vale. Es más, por un lado se le pide que acometa reformas y, por otro, como pueden ver, se quita la facultad. Una cuadratura, a todas luces, imposible. En el fondo, lo que subyace es una defensa de lo anteriormente establecido. La victoria de Foro incomodó –y de qué manera- al statuo quo que había hasta entonces. PSOE y PP tienen la sensación de que les han quitado algo: el poder. Ambos grupos se consideraban ganadores y, la irrupción del partido de Cascos, les dejó fuera de sitio. A mí la situación me parece bastante esperpéntica. Los populares ahora defienden a capa y espada la televisión pública asturiana, cuando, de toda la vida, se opusieron frontalmente a su creación. Y, por su parte, los socialistas no dudaron en apoyar a un presidente del Parlamento popular marginando a IU. En fin, con estos mimbres será muy difícil tener presupuesto el año que viene. Una prórroga, sin duda, abocaría a elecciones anticipadas.