En principio, los mercados deberían haberse relajado por lograr lo que querían: la economía de Italia y Grecia están en manos de tecnócratas. O sea, una casta que lo mismo sirve para regir en una dictadura (el plan franquista de Estabilización del 59 fue diseñado y gobernado por ellos), que salen en auxilio de la democracia. En principio, digo, sus decisiones deberían tener el rigor que le falta a la política. Es decir, si hay que subir la edad de jubilación porque es técnicamente necesario, pues se hace. Lo mismo para los  impuestos, congelar salarios, reformar el mercado laboral, etcétera. Todo esto, claro está, sin la necesidad imperiosa de votos ya que ningún tecnócrata se va a presentar a las elecciones. Sin embargo, a estos mercados caprichosos ni siquiera les vale. Han derribado países, políticos y parece que el objetivo último es el sistema de moneda única. Vamos, como si el euro les impidiese ganar suficiente y pretendiesen volver a la divisa de cada país. Quizá ahí, con múltiples tipos de cambio, se encontrasen más cómodos a la hora de especular. Con una Europa de distintas economías y monedas ganarían más, aunque los ciudadanos perdiésemos mucho.

Pienso que esta crisis sistémica se arregla únicamente con medidas fuertes. Estamos tratando con aspirinas lo que es realmente un cáncer. La UE no se debería cortar a la hora de impedir la especulación en sus mercados. Incluso, por qué no, hasta suspender cotizaciones No parece de recibo que vaya cayendo país tras país hasta llegar a no sé sabe dónde. Porque si ahora vamos por Italia, luego viene España Francia… ¿qué quedará entonces de Europa?