La verdad, veo demasiado impetuosa esta convocatoria de elecciones. Después del varapalo parlamentario de no aprobar los presupuestos, se había apostado por reformar los existentes para adaptarlos a las exigencias del gobierno central. Los consejeros -cual apóstoles del apocalipsis- desfilaban por ruedas de prensa resaltando los perjuicios de no tener cuentas para 2012. La estrategia […]