Se ha dado el primer escenario que comentábamos en el anterior post: el Tribunal Constitucional ha devuelto el escaño que estaba en el aire al PSOE. Eso significa que el pacto con UPyD es más necesario que nunca. Ahora bien, existe una novedad de última hora: el PP podría (ojo al condicional) apoyar a Foro en caso de acuerdo con los de color magenta. Esto es, todo el peso de un posible gobierno en el centro-derecha recaería en Foro quien tendría, no sólo que buscar un acuerdo con UPyD, sino también tener que presentárselo al PP para su aprobación. Bien, entiendo que el mecanismo debería ser justo al revés. Es decir, Foro y PP necesitan llevarle a UPyD un acuerdo sólido para intentar buscar su apoyo. La negociación, tal y como ahora está planteada, se encuentra llena de incertidumbres que la hacen casi inviable. ¿Qué pasa si Foro convence a UPyD pero no le gusta a los populares? Creo que los de Rosa Díez siempre pueden decir que FAC y PP se mueven en terrenos de alta inestabilidad. Además, está el tema de la reforma en la ley electoral. De forma valiente –porque claramente va en contra de sus intereses- Álvarez-Cascos ha dicho que no la considera relevante. Para él, sus prioridades son otras: la economía y el empleo. O lo que es lo mismo: no asume de forma inmediata la circunscripción única que pone como condición UPyD. En fin, sigo pensando que el acuerdo con los socialistas está prácticamente cerrado. Veo muy complicado que UPyD apoye a alguien que no sea PSOE-IU. Javier Fernández será el próximo presidente de Asturias y eso significa también una cosa: UPyD quedará encasillado como partido de izquierda. Y más teniendo en cuenta que presumiblemente se hará con un acuerdo de legislatura. El pensamiento político en nuestro paraíso natural no deja de ser ciertamente binario para estas cosas: o de un lado, o de otro.