La empresa X está pasando por dificultades. Para ello, como es lógico, propone la contención del gasto. Esto es, revisa todo lo superfluo, además de acometer despidos y reducir jornadas. Sigue así durante un tiempo, pero percibe que la situación no cambia. Da una segunda vuelta de tuerca, dejando, prácticamente, la empresa X en esqueleto. Entonces, se percata de lo siguiente: el problema no son los gastos, sino los ingresos. Si no hace reformas para vender más, da igual lo que recorte que empeorará. Tiene, pues, que poner a funcionar su departamento comercial. Bien, aunque el ejemplo se trata del mundo privado, podría perfectamente valer para lo público. El gobierno de Mariano Rajoy se está dedicando a ejercer políticas de austeridad –necesaria, sin duda- ,  pero que se están viniendo abajo por la falta de ingresos. Es decir, por mucho recorte que haga el gran problema del Estado se encuentra en la caída de la recaudación. Y eso, desgraciadamente, no se soluciona aumentando el IVA ni otros impuestos. Se hace a través de medidas específicas que generen ingresos para la Hacienda Pública. Con ello, no me refiero a que se inyecte directamente miles de millones euros tipo los planes E de Zapatero, sino a base de estímulos concretos –deducciones fiscales, por ejemplo- hacia ciertos sectores. Por ejemplo, cuando uno lleva a cabo una obra en casa, la pregunta que suele oír es si quiere IVA o no. Si las deducciones fiscales que se pudieran conseguir fuesen más amplias –actualmente bastante restringidas- el solicitante de dichos servicios la pediría de por sí. ¿Qué ganaría con ello Hacienda? Pues, primero cobraría el correspondiente IVA y segundo, el impuesto de sociedades o IRPF de la empresa.

En Asturias, la caída de ingresos es dramática: la segunda mayor del país después de Cantabria. Hablamos de un 18% menos, sobre todo, en el IVA. La recaudación de IRPF bajó apenas un 2%, pero el IVA se hundió. A todas luces, si se quiere mantener Sanidad tal y como promete Javier Fernández, los ingresos autonómicos tienen que crecer.