Primera. La concentración de huelgas crea rutinas. Esto es, en lo que llevamos de año hemos vivido dos generales y un sinfín de sectoriales. Médicos, mineros, funcionarios o trabajadores de empresas reguladas han ejercitado su derecho de forma continua y permanente. Quiero decir, pues, que ante una convocatoria como la de ayer la gente modifica hábitos casi por costumbre. Por ejemplo, la hostelería cambió su día de cierre. Si la cafetería de turno tenía que descansar el lunes, esta vez, lo ha hecho en miércoles. Asimismo, todos los trabajadores de la función pública fueron cogiendo su día libre para evitar el descuento. ¿Podemos decir, entonces, que apoyaban la huelga? Puede que sí o puede que no. En todo caso, lo que no querían es ver menguada una vez más su nómina en 100 euros, o dejar de recaudar en el caso de los autónomos porque al final de mes hay que pagar sueldos. Una cosa es la protesta –que se puede ejercitar perfectamente acudiendo a una manifestación después del trabajo- y otra muy distinta rascarse el bolsillo en estos tiempos.
Segunda. Los sindicatos no pueden seguir esta inercia de huelgas. Deben buscar otra manera de canalizar el cabreo ciudadano que, lógicamente, existe, como se demostró en las multitudinarias manifestaciones. Al final de año, veremos la cantidad de horas laborales perdidas y el consiguiente coste que representa para una economía en la UVI. Repetir huelga general por los mismos motivos de apenas hace siete meses, también genera un considerable desgaste a sus convocantes. Tanto, que ya son muchos más los que discuten el papel de los sindicatos que quienes les apoyan. Sin duda, esta crisis está haciendo cambiar la mentalidad en muchas cosas: las organizaciones sindicales deberían también de darse cuenta de ello.
Y Tercera. Ante un 2013 llenó de dificultades, ¿qué? ¿Volveremos a ver una nueva huelga cuando se impongan condiciones ante el rescate? ¿Y si se tocan las pensiones? ¿Y si se vuelven a subir -o mantener como sugirió De Guindos- los impuestos? ¿Y si hay cambios en las condiciones de jubilación? A mí me da la impresión de que los sindicatos, en la huelga de ayer, han malgastado una bala.