El problema con la corrupción es que no se penaliza lo suficiente. Quiero decir que, al final, el votante, siempre entra en el juego de los partidos políticos. Ése que dice más o menos: perdóname porque si no lo hago yo lo hará el enemigo. En Valencia, pese a la que estaba cayendo con la trama Gürtel, el PP volvió a conseguir la mayoría absoluta que ostenta. Lo mismo podemos decir que pasó en Andalucía. José Antonio Griñán, con todo el escándalo de los EREs falsos a sus espaldas, hoy en día sigue gobernando. A la hora de votar, insisto, la corrupción no es un criterio decisivo. Es verdad que se acaba pagando con un bajón electoral, pero tampoco en suficiente medida. Y además, todos los partidos lo saben y actúan con el mismo argumento: la autodefensa. Si eres nacionalista –caso de CiU ahora mismo- la forma de desviarla consistirá en envolverte en la bandera. Dirán: esto es un ataque al pueblo. O: quieren que lo creáis para así parar el proceso (de independencia, más autonomía, etcétera). O: es una campaña organizada y orquestada desde el centralismo más rancio para quitaros libertad. En definitiva, una forma como otra cualquiera de hacer del todo –la corruptela en un partido- sólo una parte. El problema, vuelvo a repetir, es que nosotros, el ciudadano normal y corriente, acaba cayendo en esa trampa. Si ahora mismo comentas con un votante o simpatizante del Partido Popular el «caso Bárcenas», acabará recordándote un escándalo similar de los socialistas. No nos damos cuenta de que, todos los totalitarismos, llegan a través del descrédito de la democracia. Y la corrupción, obviamente, es la manera más directa de hundirla.

Por otra parte, resulta curioso los mecanismos que se inventan para defenderse de una presunta corrupción. El Partido Popular ya había propuesto una auditoria externa a través de un Código de Buenas Prácticas que aprobó en 2009. Nunca lo puso en práctica. Ahora, de nuevo, vuelve a retomar el tema ante los presuntos sobres en dinero B. Yo me pregunto, ¿qué puede descubrir una auditoria externa si previamente hay una interna? ¿No es como mandar investigar a la policía después de haber borrado las huellas? ¿No debería actuar directamente la Justicia –a través de la fiscalía, por ejemplo- como garante de transparencia? ¿Se conforma Hacienda con una auditoria cuando detecta dinero negro en una empresa privada, o manda a sus inspectores?