Todo lo que mal empieza puede acabar aún peor. Principio, sin duda, que debe aplicarse en los dos últimos Planes Generales de Ordenación (PGO) que hemos tenido en nuestra ciudad. Al primero, el que fue aprobado entre los años 2005 y 2007, los tribunales lo tumbaron tanto por irregularidades en su tramitación; como por la […]