A mí me parece bien –con matices- la sentencia del Tribunal Constitucional sobre lo de Cudillero. Esto es, anular que un señor que no estaba en la lista electoral, Ignacio Fernández, acabe siendo alcalde. Vamos, de haber seguido esa situación la democracia estaría subvertida hasta límites insospechados. Y más, teniendo en cuenta cómo se produjo. […]