Las palabras de Javier Fernández hacia el Ayuntamiento de Gijón en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) me parecieron duras. Dijo, «El desempleo no se combate haciendo el tenor, ni el payaso, ni el jabalí, ni prodigándose en declaraciones ni encelándose en discursos localistas y frentistas, aunque sean pronunciados por obediencia debida más que por convicción propia». Esto venía a cuenta por el enfrentamiento que mantiene con el Consistorio debido a los planes de empleo. La alcaldesa, Carmen Moriyón, sostiene que no hay proporcionalidad entre las ayudas recibidas y los 29.000 parados que tiene la ciudad. Vamos, que existe una discriminación clara –ver la cifra de inversión en los prepuestos- por el color político del gobierno. Bien, a mí la reacción  de Fernández me pareció desmedida. La reivindicación entre administraciones está a la orden del día, sólo hace falta ver cómo él reclama ante el gobierno de Rajoy la injusta distribución del déficit. Imaginémonos que al ministro de Hacienda le da por decir semejantes cosas: jabalí, tenor, payaso… ¿No pondría acaso el grito en el cielo Fernández por semejante trato? Entonces, ¿por qué suelta calificativos así en un acto institucional? Porque esa es otra: tuvo lugar en medio de la inauguración de la FIDMA. Los políticos allí presentes se dedicaron a tirarse los trastos a la cabeza, mientras la propia Feria pasaba desapercibida. De Lorenzo arrimó el ascua a su sardina, la Alcaldesa de Gijón también y el presidente del Principado arremetió contra todos. En resumen, parece que lo menos importante fue la FIDMA en sí. Lo de que mantenga el número de expositores en tiempos de crisis pasó a un segundo plano. En fin…

Fue un auténtico varapalo el Pleno que tuvo lugar el viernes en el Ayuntamiento de Gijón. Los grupos de oposición (PP, PSOE e IU) votaron en contra o se abstuvieron en una modificación presupuestaria. Sobre todo –lo cual resulta sorprendente- dirigida a aumentar el presupuesto de la Fundación de Servicios Sociales. De hecho, hasta una partida destinada a acoger durante el verano a los niños de Chernobil se ha visto afectada. La oposición dice que no fue negociada previamente y que todo estaba metido en el mismo paquete. Es decir, que si no se estaba de acuerdo –principal motivo- con la ayuda a la Universidad se tenía que rechazar por completo. El caso es que, querámoslo o no, tenemos una guerra larvada en el Ayuntamiento. El PP, que debería ser el principal socio de Foro, está dispuesto a bloquear de manera continua la acción de gobierno. Eso, sin duda, da alas a la izquierda que ya habla de ingobernabilidad. Da igual que hablemos de ordenanza de fachadas, suspensión de planes urbanísticos parciales o lo que sea. Los populares parece que quieren decir que no a todo y hasta, como se ha comprobado, se dejan querer ante una posible moción de censura. No sé, el electorado de centro-derecha tiene que estar descolado. 32 años esperando a cambiar al gobierno socialista de la ciudad y, por las acciones de algunos, de nuevo se están poniendo las bases para su vuelta. Algo similar a lo que ocurrió en el Principado. Desde luego, en este caso el principal enemigo de Foro no está en la izquierda, sino mucho más cerca.