El nuevo director de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) es asturiano. Más concretamente, nacido en Gijón. Ayer pudimos leer en estas mismas páginas digitales unas declaraciones suyas que tuvieron gracia, maldita diría yo. Dijo, «Hacienda no da trato de favor a la Infanta». Lo cual, lógicamente, no dejan de ser afirmaciones políticamente correctas de un funcionario en el país de las maravillas. Los desvelos de Hacienda hasta ahora en el «caso Nóos» no han sido por demostrar la culpabilidad de los presuntos defraudadores, sino más bien todo lo contrario: su inocencia. Así, se han aceptado tres facturas simuladas emitidas por Diego Torres –el socio de Urdagarín- para que la Infanta no incurriese en delito fiscal. Es decir, si la cantidad desfalcada al fisco supera los 120.000 euros el tema pasa a ser penal con el correspondiente riesgo de cárcel. Tan burda maniobra fue incluso denunciada por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ya que supuso un cambio de criterio en la Agencia Tributaria: primero las facturas no fueron aceptadas como gastos deducibles y posteriormente sí. El mecanismo utilizado era bien sencillo. A través del famoso Instituto Nóos y su entramado se cobraba a empresas por no hacer nada, es decir, aceptaban pagar por conceptos genéricos que no se prestaban. «Servicios de asesoramiento», por ejemplo. Dicho dinero se drenaba hacia la empresa familiar Aizoon –de Urdagarín y la Infanta-  que, claro, obtenía pingües beneficios en el Impuesto de Sociedades. O sea, no tenía ningún tipo de gasto salvo las facturas que le hacía su socio para deducir. En estas condiciones, ¿creen que a ustedes o a mí nos hubiese tratado la Agencia Tributaria de esa manera? ¿Hubiese aceptado como bueno este cambalache? ¿No estaríamos acaso con pie y medio en prisión?

Para más inri, el nuevo director de la AEAT remató su declaración con lo siguiente: «Los clubes de fútbol serán tratados como el resto de los contribuyentes». Recuerden que el fútbol español tiene una deuda estimada con Hacienda de 596 millones de euros. Sí, han leído bien. ¿Le hubieran permitido a cualquier otra empresa acumular semejante cantidad? Yo creo que tampoco.