La noticia de la bajada del paro en Asturias no deja de ser medio buena. Quiero decir que sería estupenda si viniese acompañada por una subida de los cotizantes a la Seguridad Social, ahora bien, esto no se produjo. ¿No es acaso una cierta paradoja que baje el desempleo y no aumente la afiliación a la SS? Bueno, no tanto. Pensemos que las cifras dadas por INEM reflejan a quienes se apuntan en el organismo. Muchos, por desgraciada, pueden quedar en paro y dejar de registrarse ya que cunde en ellos el desánimo, o marcharse de Asturias, o simplemente sus empresas los han jubilado sacándoles del mercado laboral. Explicación, por otra parte, que puede aplicarse perfectamente a este caso. En España se ha producido una reducción clara del paro y cambio de tendencia: por una parte en el INEM y por otra en la subida de afiliación a la SS. Eso sí que es crear empleo. El caso de Asturias más bien parece una amortización de puestos de trabajo. Desde que empezó la crisis, en el año 2007, nuestra población activa –personas en edad y con capacidad para trabajar- no ha hecho más que disminuir. Ahora mismo, nuestro ejercito laboral no deja de ser aproximadamente de unos 360.000 trabajadores; mientras que antes sobrepasaba los 450.000. Si ya entonces era la más menguado del país, en la actualidad no te cuento nada. Vamos hacia una sociedad asturiana con una proporción del 65-35: el 65% de clases pasivas que no trabajan, el 35% todavía con vida laboral activa. Una medida, sin duda, bastante insostenible. Pensemos que la relación entre cotizantes a la SS y beneficiarios de sus prestaciones puede bajar por debajo del uno: la pensión de un jubilado la tiene que sostener menos de un trabajador. Para que nos demos una idea, los expertos señalan que esta proporción debe estar siempre por encima de dos para no tener problemas: dos trabajadores por cada jubilado. Además, está el tema de la merma de población que esto representa. Vamos hacia una Asturias por debajo del millón de personas (67.000 personas menos según las previsiones), avejentadas y que cada vez necesita más de la solidaridad del resto de España. Desde que empezó la crisis hemos visto como volaban cien mil puestos de trabajo. Masa laboral que no se acaba de recuperar, sino todo lo contrario: la damos ya por perdida. Dicho de otra manera: en Asturias, puesto de trabajo que se pierde, difícilmente se regenera. Véase si no la oleada de deslocalizaciones de multinacionales. A los trabajadores de Tenneco, Coca-Cola, Suzuki, etcétera; no les quedará más remedio que emigrar si quieren seguir en el mercado laboral. A eso le llamamos bajar el paro.