>

Blogs

Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

El por qué.

El PIB asturiano decreció el año pasado un 2,1% según el Instituto Nacional de Estadística. Fue la mayor caída, junto con Catilla-León, del país. Desde que comenzó la crisis, hacia el año 2008, el PIB del Principado ha bajado un 9,5%. Nuestra riqueza era de unos 23. 670 millones de euros y ha pasado a ser de 21.412. A la postre, la mayor de España. Veamos el por qué.

Uno. La inestabilidad política. No podemos decir los asturianos que nuestra política ha ayudado en estos tiempos de crisis. Más bien, todo lo contrario. Dentro de poco más de un año tendremos elecciones y culminaremos la legislatura con el siguiente currículum: dos gobiernos, dos comicios y un solo presupuesto aprobado. Esto es, inestabilidad total en cuanto a las políticas a implementar. El arco de alianzas parlamentarias ha ido, desde el gobierno fugaz de Álvarez-Cascos que no consiguió ningún apoyo, hasta Javier Fernández que ha tenido todos menos el de Foro. Esto es, desde IU y UPyD hasta el PP como ha sucedido en la modificación de crédito. Este vaivén continuo, bien es cierto, lo único que ha hecho es empeorar aún más las cosas. El gobierno de Javier Fernández ha estado más preocupado de su supervivencia, que por instaurar políticas a medio o largo plazo de recuperación económica. Así, sin duda, es muy difícil atraer inversión o que las empresas se sientan cómodas. El marco institucional, en una economía en crisis, es muy importante y de ahí los malos resultados.

Dos. La política fiscal. Que el Principado sea, junto con Cataluña y Andalucía, la comunidad que tiene los impuestos más altos no es nada bueno. Produce, por un lado, deslocalizaciones fiscales de individuos y empresas y, por otro, que la recaudación vaya bajando cada vez más. Es lo de la famosa curva de Laffer. Ambos efectos totalmente presentes y constatables en las estadísticas que presenta Hacienda. Se ha optado por una política fiscal agresiva para mantener los servicios públicos y he aquí las consecuencias. Nunca tantas empresas, como personas físicas, han trasladado su domicilio fiscal a Madrid. En vez de realizar un ajuste necesario en los gastos se optó por intentar subir la recaudación. Algo, claro está, completamente lesivo para una economía que busca la recuperación.

Y tres. La falta de inversión. Hay tres pilares que mueven una economía: el consumo, la exportación y la inversión. El primero, obviamente, está muy tocado en el Principado. Es lógico que la comunidad que más hipermercados abría dejase de consumir: las rentas ahora se dedican a hacer una función social. Quien más quien menos, tiene alguien en paro en su familia y toca ayudarle. Ese dinero disponible, pues, se dedica a otros menesteres que no es precisamente la compra de bienes o servicios. La exportación, sin duda, va bien pero todavía es demasiado pequeña como para ser un motor potente. En cuanto a la inversión, después de casi 7 años de crisis la privada es muy débil y, la pública, se mueve en los siguientes parámetros. En la última modificación de crédito aprobada ayer se ha dado luz verde a 342,85 millones de euros, pero de ellos solamente 63,7 dedicados a la inversión. El único presupuesto que tendremos durante esta legislatura tuvo la inversión más baja de toda la historia. Y encima, por si fuera poco, ni siquiera llegó a ejecutarse en su totalidad. Quiero decir que si el motor privado está gripado el público aún más. Desde el Principado no se ha apostado por reactivar la economía y así nos va. A nadie extrañe que nuestro PIB haya retrocedido tanto: es absolutamente normal si vemos los parámetros en los que nos movemos.  

Temas

Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


abril 2014
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930