Van cayendo, como las hojas en otoño, los lugartenientes de Villa. El que fue presidente del Montepío de la Minería –muy ligado al líder más sindicalista del mundo- también se acogió a la amnistía fiscal de Hacienda. Lo hizo el mismo día y a la misma hora que José Ángel y casi de la mano: con idéntico asesor fiscal acompañándolos. Mientras uno ingresaba 1,4 millones de euros en un banco de Oviedo, José Antonio Postigo, el de la foto, llevaba en su maletín 300.000. Si el jefe se hacía rico, los demás también. El caso es que la comisión regional del Montepío, angustiada por la situación del geriátrico de Felechosa, ha decidido tomar cartas en el asunto. Más que nada, porque la gestión que hizo Postigo al frente ha sido un desastre. Tenía como gerente al hijo de Villa con un contrato blindado y como responsable de los centros exteriores (apartahotel, complejo de viviendas y balneario) a su pareja sentimental. Además, claro está, su hija trabajaba como administrativa con un sueldo de 30.000 euros al año. La familia, siempre la familia, que diría Don Vito Corleone. En apenas dos años, el macrogeriátrico ha acumulado unas pérdidas de 1,5 millones de euros, amén de encontrarse siempre a la mitad de su capacidad. Incluso ha tenido que abrir parte de sus instalaciones al público en general, para poder obtener una rentabilidad que no consigue. Esto sería, en definitiva, un problema de los mutualistas si no fuese por lo siguiente: la residencia de mayores se construyó íntegramente con fondos mineros. Fue la única obra que no tuvo una gestión pública. Se hizo de manera directa manejando la propia mutualidad los 31 millones de euros aportados desde el Estado. De hecho, el ministerio de Industria tiene bloqueado el último pago al advertir irregularidades. Cosa que ya, durante la ejecución de la obra, fueron puestas de manifiesto y ahora andan circulando en un dossier. En cierta manera, tenemos que ver al expresidente del Montepío como la segunda víctima del 3% asturiano. Una red, todavía por descubrir, que presuntamente se metía una comisión en el bolso por los servicios que adjudicaba. Si no, tampoco se entiende que personas con una buena nómina, pudiesen generar dinero negro en esas cantidades. El mecanismo, intuyo, debía ser bien fácil. Ya que no podemos meter la mano directamente en los fondos porque están controlados, si queréis hacer una obra con este maná tenéis que pagar. Da igual si vale para algo o está sobredimensionada como en el caso de Felechosa: por metro cúbico de hormigón nosotros queremos el 3%. Y así, como ven, se fue tejiendo esta tela de araña que en nada tiene que envidiar a la catalana. Si queremos ser ilusos y pensar que Villa era el único responsable, podemos seguir viviendo en el país de las maravillas. Si esto no sale a la luz, será una vergüenza que los asturianos tendremos que asumir.
Cirugía de hierro.
Leo que Podemos ya es la primera fuerza en intención de voto directa. Cuando a la gente le preguntan directamente por su voto en los próximos comicios, pronuncian su nombre sin dudarlo. Sale casi como un resorte. Una especie de desahogo ante tanta corrupción. Los partidos, cuando miran las encuestas, son muy sensibles a la intención de voto directo porque no tiene cocina previa. A Podemos está llegando la gente por convicción. Creen que es la quimioterapia necesaria para acabar con el cáncer de la corrupción. Ojo, y además, siendo conscientes de que el remedio puede ser mucho peor que la enfermedad. Quizá al día siguiente se arrepientan y digan qué hemos hecho, pero ahora no ven otra manera de combatirla. Imagínense a quién votará en masa un feudo tradicional de la izquierda como son las Cuencas.