A los tres o cuatro que leen este blog ya se lo había anticipado: Francisco Álvarez-Cascos es un político impredecible. A veces desconcertante. Nunca se sabe por dónde va a salir. Y lo malo no es que lo sentimos así desde afuera, sino que incluso esa misma sensación la tienen dentro de su partido. Veamos, el  pasado miércoles anunciaba su deseo de no repetir como candidato a las elecciones autonómicas de mayo. Hasta ahí, digamos, todo correcto. El coro de sus íntimos comenzó con los lamentos y se produjeron mil y una declaraciones al respecto. Todos dimos por hecho, claro, que  en el congreso de marzo se iba a buscar un nuevo candidato. Es más, hasta empezaron a salir nombres a la palestra. Pero no: en una entrevista a EL COMERCIO (1) las hipótesis de trabajo cambiaron radicalmente. Dijo que lo que hizo fue una proposición y no una decisión, es decir, que si en el congreso le piden que se presente, al menos, se lo llegaría a pensar. El mundo al revés. En dos días la sensación de marcha se torna en posible regreso. A todo esto, empiezan a surgir candidatos de forma espontánea. En tres reuniones diferentes se propusieron otras tantas opciones . Una, de sus fieles que lo ven como insustituible; dos, el grupo parlamentario que propone a Cristina Coto; y tres, los alcaldes que miran a Fernando Couto, el edil gijonés, con buenos ojos.  En definitiva, en menos de una semana ya hay conciliábulos, discusiones y tensiones de todo tipo. La difusa postura de Álvarez-Cascos, entiendo, pretende forzar un debate interno sobre el futuro de su partido: es la hora de buscar alternativas. Ahora bien, ¿qué es lo que más le conviene a Foro Asturias a 100 días de elecciones? ¿Estabilidad o andar enredándose en si Cascos debe volver a presentarse o no y quién lo debería hacer? Eso es la primera parte, porque la segunda viene por la información que se está trasladando al votante y simpatizante. Para la mayoría, tal y como han interpretado el movimiento de Cascos, su líder se retira puesto que así lo han visto en los medios de comunicación. Si decide -porque así seguramente se lo pedirán fervientemente muchos- volver a presentarse es como si no hubiese recambio. Ninguna alternativa a un líder que no dejan marchar. Si no lo hace, como hemos visto en este entretiempo, la batalla interna está servida. Insisto, todo ello justo antes de una confrontación electoral que se antoja decisiva para Foro Asturias. Incertidumbre, un mar de incertidumbre es lo que ha creado Álvarez-Cascos dentro de su partido. Simpatizantes y militantes de Foro no saben a qué atenerse. No son capaces de  seguir un camino claro, porque, su actual presidente, ha generado demasiada confusión con una decisión extemporánea. Nadie esperaba una reacción así –como siempre- y por eso el partido es ahora  un océano de dudas. Desde luego, es curioso cómo se quiere montar la sucesión en Foro Asturias. Impecable en las formas –unas primarias en un congreso- pero muy deficiente en el fondo: este debate se debería haber resuelto mucho antes de las elecciones.

(1) Pueden leer la entrevista aquí: http://www.elcomercio.es/politica/201502/14/renovamos-estamos-poniendo-alfombra-20150214001028.html