Durante esta legislatura se producirán hechos inexplicables. Decisiones que se escapan a la razón. Si ya en la pasada tuvieron lugar ententes difíciles de visualizar –un presupuesto pactado entre PP e IU en Oviedo, por ejemplo- ahora muchos más. Es lo que tiene esta política revuelta a más no poder que nos ha traído las urnas. Vean si no. El portavoz del grupo municipal del PSOE, José María Pérez, pedía esta misma semana elaborar un nuevo presupuesto. Aún no se ha secado la tinta del decreto de prórroga firmado por la Alcaldesa, y los socialistas ya quieren ponerse a redactar otro. A buenas horas. Dice Pérez que «cerrar un acuerdo amplio no sería muy difícil». ¡Qué va! Sólo se aprobaron gran parte de las 71 enmiendas presentadas durante la negociación del anterior y nadie, salvo el PP, votó a favor. Es más, siempre pareció que las ideologías prevalecían sobre cualquier otra cosa. Hiciese lo que hiciese el Gobierno municipal su presupuesto estaba sentenciado. Ahora, díganme, por qué la situación es diferente apenas un mes después. Por qué nuestros ediles van a pactar ahora de buena gana y antes no. Por qué va a bajar del cielo -como si fuese el Espíritu Santo- el consenso y va a imbuir a toda la Corporación. En fin… Pero hay una segunda parte: lo que pasó en el Parlamento asturiano. El PSOE vio como el presupuesto del Principado no se aprobó por las enmiendas a la totalidad, entre otros, de Podemos. Ni siquiera se llegó a debatir ya que fue previamente retirado por el gobierno de Javier Fernández. A los socialistas les pareció fatal que Podemos –como aquí el PSOE, insisto- propusiese días después volver a redactar uno nuevo. Fernando Lastra, el portavoz socialista en la Junta, les acusó de actuar de manera «tramposa» y que «distorsiona la realidad». Como ven, la política es del color del cristal con el que se mira. Aquí se hace una cosa y apenas a 30 kilómetros la contraria. Las consecuencias de una prórroga presupuestaria están bien claras: 76 entidades vecinales, sindicales, culturales o deportivas se quedan sin convenio como pudimos leer en estas mismas páginas. Un total de 3,7 millones de euros se encuentran sin asignación y cualquier gestión de recursos va a acabar ralentizada. Los conjuros para sacar adelante la prórroga por parte de los grupos municipales han sido constantes. Según dicen, van a tratar de manejar la situación con agilidad para que los problemas sean menores. ¿De verdad? No me lo creo.