Propongo que se haga una consulta ciudadana. Sí, ese mecanismo de participación que tanto gusta ahora. La pregunta sería muy concreta y directa. ¿Dónde prefiere usted que se sitúe la futura estación intermodal de Gijón: en Moreda o en el Museo de Ferrocarril? Así, por lo menos, ya saldríamos de dudas sobre lo que opina la gente. Podría realizarse a través de la plataforma digital de participación del Ayuntamiento –la cual, por cierto, debería llamarse www.nomeusanidios.com– y serviría para zanjar el debate. Porque, a la vista está, se le sigue dando vueltas al tema. El pasado jueves se convocó un consejo de administración de la sociedad Gijón al Norte. El motivo era volver a aprobar el estudio de un proyecto de construcción para la estación frente al Museo de Ferrocarril. El Ministerio de Fomento trataba con ello de contrarrestar una impugnación judicial presentada por el Principado sobre ese mismo punto en una reunión anterior. Decían –y siguen diciendo tres meses después- que no le había sido presentada la información con el tiempo suficiente para estudiarla. Sin embargo, lo que subyace en realidad es que el Gobierno asturiano se opone a toda costa a un traslado de la intermodal. Y con el recurso a los tribunales, lo único que pretende es ganar tiempo: el necesario para que haya un nuevo gobierno en Madrid –del PSOE, claro- y tirar todo esto a la basura. Pues bien, salgamos de dudas. Ya que la presunta sociedad civil gijonesa nunca se pronunció sobre el asunto –sorprendentemente, las asociaciones de vecinos de la zona urbana dijeron que era un tema técnico- que lo hagan los ciudadanos. A ver si así, en el caso de que se ratifique el cambio, la consejera de Fomento, Belén Fernández, se opone al mismo de forma tan feroz y destructiva como hasta ahora. Reiterando argumentos que cada vez se sostienen menos. Ni la nueva ubicación es más cara que la anterior (en todo caso, similar), ni va a representar un mayor retraso en su puesta en marcha. Sólo con recordar que su versión del plan de vías viene desde 2008 sin que se haya hecho nada, la oposición al nuevo proyecto se cae por sí sola. En fin, termino como empecé. La ubicación de una estación intermodal, que condicionará la vida de la ciudad, es algo de vital transcendencia. Si se van a consultar chorradas -lean si no las preguntas sobre la ordenanza de convivencia ciudadana que se pretenden formular-, ¿por qué no algo tan importante?