La situación es más grave de lo que creíamos. Ya no sólo es una falta de diligencia intolerable, sino que también afecta a la salud. Me refiero, claro está, a la paralización de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la zona Este. Pensábamos que lo preocupante estaba en que 36 millones de euros, el coste de la instalación, podían acabar en la basura merced a una sentencia de la Audiencia Nacional. Pero no, aún hay más. Resulta que se desvistió un santo para vestir a otro. En concreto, se desmantelaron los filtros de la planta de pretratamiento (la «Plantona»), y ahora la ciudad vierte al mar directamente los residuos de 150.000 habitantes. Esto es, al no entrar en funcionamiento la depuradora Este por orden judicial y ser anulada la «Plantona», lo que estamos haciendo a diario es un atentado ecológico de primer orden. Nuestra costa Este, incluida la playa, está convertida en una inmensa charca fecal. Sin embargo, el tema no acaba ahí. Por estas mismas páginas supimos que la situación, incluso funcionando la «Plantona», era muy similar. O sea, que estaba obsoleta y con una función tan escasa –casi quitar bichos muertos y poca cosa más- que la diferencia de tratar las aguas a través de ella o no era mínima. Lo dicen los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Norte. Vamos a recapitular. La «Plantona» era la única instalación válida dentro del saneamiento de la zona Este. Por lo visto, ya no funcionaba correctamente y los gijoneses lo desconocíamos por completo. Por si fuera poco, se desmanteló para poner en funcionamiento una depuradora que tardará años en legalizarse, si es que lo consigue. Resultado: la mierda fluye libremente por el emisario submarino de Peñarrubia. Como ven, el despropósito no puede ser mayor. Todo ello, además, a las puertas ya de un verano en ciernes. No me digan que no es como para llevarse las manos a la cabeza. Tanto hablar de turismo, de promoción, de trasvasar arena y lo principal, que nuestra playa esté limpia de cualquier tipo de vertido, está más en el aire que nunca. La Alcaldesa, Carmen Moriyón, anunció posibles acciones legales contra el Principado y Gobierno central. ¡Qué más da! El daño está hecho y la solución no va a llegar de forma inmediata. El Ministerio de Agricultura y Medioambiente –Administración responsable del desaguisado- pretende que se autorice excepcionalmente poner en marcha los filtros de la nueva instalación. A la postre, un parche.