Normalmente, la corrupción suele ser el tema estrella en los debates. Esto es, el que más rifirrafes y tensiones genera entre los candidatos. Ayer, sin embargo, esta regla de oro se cumplió solamente a medias. Y me explico. Efectivamente, la corrupción trajo consigo sus correspondientes discusiones como es lógico. Fundamentalmente, sobre dos temas: el caso de los ERE andaluces y El Musel. En el primero, el toma y daca estuvo a cargo de la candidata de PP-Foro, Susana López Ares, y la del PSOE, Adriana Lastra; con los ex presidentes Chaves y Griñán siempre presentes. En el segundo, ya entraron todos a partir de un concepto curioso propuesto por la candidata de Unidos Podemos, Sofía Castañón: el de la corrupción legal e ilegal. Castañón sostuvo que la obra de El Musel representa un tipo de corrupción legal, mientras que para Adriana Lastra lo único que hubo fue un sobrecoste. Generado básicamente por cuestiones técnicas y no políticas. En este bloque, sorprendió la actitud poco agresiva de la candidata de Podemos, más que nada, porque suele ser donde su grupo siempre lleva la voz cantante. En cambio, el apartado económico –habitualmente bastante tranquilo- fue el que más controversia suscitó. Principalmente, por el enfrentamiento directo entre Susana López Ares y el candidato de Ciudadanos, Ignacio Prendes. Ambos se reprocharon subidas tributarias, falsas promesas y en particular el impuesto de sucesiones. Llegaron incluso a hacer memoria de cuando ambos estaban en el Parlamento asturiano y Prendes en UPyD. Digo más, hasta tuvieron que pedir amparo al moderador ante las constantes interrupciones que se profesaban. En general, el debate tuvo un tono muy medido. Propio de una recta final de campaña. No podemos señalar a un vencedor claro y sí quién participó más o menos. En este sentido, destacaron tanto Susana López Ares como Ignacio Prendes por llevar la batuta, mientras que Adriana Lastra y, sobre todo, Sofía Castañón, tuvieron un papel más secundario. Yo creo que quien vio el debate se dio cuenta de que, a estas alturas, todo el pescado está vendido.