Seamos claros: Gijón no iba a tener este año presupuesto de ninguna de las maneras. La oposición no daba su permiso. Nos encontramos, a la vista está, en campaña electoral aunque en realidad sea en 2019. Es verdad, bien es cierto, que algunos grupos -como el PP, IU o Ciudadanos- hicieron más por la labor. Estuvieron dispuestos a negociar el borrador presentado en noviembre, pero en ningún caso tenían mayoría suficiente para sacarlo adelante. Es decir, por muchas reuniones y propuestas suyas que fuesen reflejadas, al final, siempre iba a suceder lo inevitable: su aprobación dependía del voto de Xixón Sí Puede (XSP) o el PSOE. A XSP se le metió entre ceja y ceja que el presupuesto (230,7 millones de euros) había que supeditarlo a las reivindicaciones laborales de un colectivo. En concreto, al de las trabajadoras de ayuda a domicilio. Su municipalización, en la práctica pasar a formar parte de la plantilla, estaba desaconsejada por hasta cinco informes provenientes de Intervención. La cosa, como ven, no iba resultar nada fácil para el equipo de gobierno. De haberlo aceptado, hubiese incurrido en prevaricación. Además, lógicamente, de sentar un grave precedente. Si ahora se municipaliza a estas trabajadoras, otros servicios externalizados del Ayuntamiento también lo pedirían. Díganme, pues, qué clase de negociación se entabló con XSP cuando de lo que se hablaba era de un trágala: o aceptas, o no hay cuentas. El PSOE, por su parte, entró en materia justo cuando este camino se cerró. Esto es, cuando la asamblea de la formación morada había decidido no apoyarlas. Sus peticiones no dejaron de ser en todo momento muy altas, por no decir irreales. Dimisión de cargos de Foro y propuestas económicas valoradas en 50 millones de euros. La vía socialista se agotó casi antes de iniciarla puesto que, con estos condicionantes, resultaba imposible. Es más, invitaron a la alcaldesa a plantear una cuestión de confianza suicida, como solución al problema. No hubo, obviamente, ni el más mínimo deseo de llegar a acuerdos. Sin embargo, la sorpresa llegaba en el Pleno del pasado jueves. PSOE, XSP, PP e IU hicieron posible un acuerdo para que «de manera inmediata» se presente un proyecto. Pregunto, entonces, ¿ha cambiado algo en la voluntad de los distintos grupos municipales para que esto sea posible? ¿Va a dejar ahora XSP a las trabajadoras de ayuda a domicilio de lado? ¿Va a aprobarle este PSOE de nuevo cuño unas cuentas a la derecha, utilizando su terminología? Sinceramente, creo que volver a plantearse lo imposible es perder el tiempo. Mejor centrarse en que las consecuencias de la prórroga sean lo menores posibles. Por cierto, que va a ser dos años consecutivos y no sólo de uno… ya lo verán.
@balbuenajm