Al igual que en el Hamlet de Shakespeare, Carles Puigdemont fue príncipe de Dinamarca aunque sólo por dos días. Llegó en loor de multitud el lunes y se fue el martes por la tarde. Eso sí, dejó tras de sí un reguero de hechos insólitos difíciles de calificar. Desde sembrar dudas sobre la democracia española […]