Es un hecho que la Semana Negra se ha convertido en una rutina. Algo que se repite año tras año sin nada nuevo que aportar. Dicho de otra forma: no hay alarde alguno de imaginación. Siempre lo mismo, eso sí, vendido de forma que parezca la gran novedad. Lo último de lo último. Esta edición –al igual que las anteriores, repito- tampoco es que haya alcanzado ninguna gloria en particular. Se ha tirado de los tópicos más recalcitrantes –hablando incluso de una «masa de lectores»- para intentar justificar una fórmula que está agotada. Se apaga desde hace mucho como si fuese una vela. Ahora bien, lo mejor es ver cómo se intenta mantener este festival ideológico a base de mitos y leyendas. Por ejemplo. ¿Cuántos visitantes tiene la Semana Negra? La respuesta inverosímil es un millón. O sea, se da esta cifra como si la gente estuviese abonada. No hay ni altos ni bajos. Simplemente, esa ingente cantidad de personas la visita anualmente, independientemente de los contenidos o lo que se ofrezca. Esta vez han dicho, con una cierta modestia para lo que suele ser habitual, que la cifra de visitantes ha estado entre 500.000 y el ya famoso millón. Vamos, una horquilla amplia no vaya a ser que la cosa cante mucho. Para que se den una idea, la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) el verano pasado tuvo récord de visitantes. Fueron 721.377 los que pasaron por el recinto ferial pagando, a diferencia del evento negro, una entrada y, por tanto, siendo perfectamente medibles. Ya me dirán si es posible que la Semana Negra supere a la FIDMA en sólo una semana.
¿Qué repercusión tiene para Gijón? Según su dirección es «algo extraordinario para una ciudad de 300.000 habitantes». Oigan, prácticamente, nos pone en el mapa. Nadie sabría de este trozo de paraíso natural si no fuese por lo que pasa en el recinto del antiguo astillero. Sin embargo, la realidad es que, como cualquier rutina que se vuelve letanía, ya ni siquiera llama la atención. Hace años había reseñas en los principales medios de comunicación nacionales o internacionales. En la actualidad, ni eso. Si cabe unas breves líneas para indicar que una vez más, y van XXXI ediciones, en nuestra ciudad se celebra el evento.
Ah, y no pregunten por las cuentas. Tan oscuras como los personajes de las novelas. Recuerden que se lleva de las arcas municipales 175.000 euros en subvenciones de cara a ejecutar un saneamiento en toda regla. Que a nadie se le ocurra tocar ni un solo euro del parque temático de la izquierda, no vaya a ser que luego venga Hacienda y acabe embargando como el año pasado. Da igual que haya que cumplir desde el Ayuntamiento con los recortes de un plan económico-financiero. Por lo visto, tiene garantizada la financiación y ya ha puesto en funcionamiento la maquinaria de propaganda para 2019.
@balbuenajm