Desde la famosa serie «The walking dead» no habíamos visto nada igual. Me refiero a un zombi con tanto apetito, eso sí, en este caso por nuestros bolsillos. La Zona de Actividades e Industriales Logísticas de Asturias (ZALIA) necesita dinero y lo engulle a velocidad de vértigo. Sólo en el presente mes tiene que hacer frente a una deuda de cuatro millones de euros o entrará en procedimiento concursal. Al Ayuntamiento de Gijón, que representa el 10% en el total del accionariado, le toca pagar sobre unos 13,5 millones de euros hasta 2023. Todo ello, ojo, con resultados nulos. Es decir, desde su creación -allá por 2005- ha vendido una sola parcela. Sin embargo, cuando se jubiló el director gerente nos enteramos de su fantástico sueldo: 62.000 euros netos anuales por tan brillante balance. Analicemos qué ofrece la ZALIA a quién quiera comprar allí.
En la actualidad, no más que un páramo desolado donde crece el plumero de la pampa. Los interesados en adquirir terreno, como digo, tienen que hacer un verdadero ejercicio de imaginación. Creerse que van a tener un enlace por La Peñona de calzada única (efectivamente, en construcción por el Principado), una subestación eléctrica (a ver cómo se asume el coste de 3 millones de euros) y la famosa estación intermodal (tururú: sólo existe en planos y porque el proyecto lo pagó la Unión Europea). Así, como comprenderán, resulta más que complicado seducir a nadie. Todos los intentos de colocar las parcelas -restan unas 120- han quedado en nada. En el último, donde una empresa gijonesa mostró cierto interés, incluso tuvieron que contratar a una consultora inmobiliaria para que les dijera lo que resultaba obvio a todas luces: el precio estaba fuera de mercado. Con esto, es decir, con que el cliente tiene que creerse las promesas de los políticos, ya me dirán qué se puede hacer. Máxime cuando el accionariado de la zona logística está a evitar la mordedura del muerto viviente. Salvo el Principado y Ayuntamiento de Gijón, los demás, esto es, el consistorio avilesino y ambos puertos, tienen una actitud esquiva y reacia hacia la ZALIA. Confían lo justo en ella. Dicen que se van a comprometer con fondos para su salvación, pero todavía no lo hemos visto.
Leemos en estas mismas páginas que Amazon, el gigante de venta y distribución mundial, estaría dispuesto a ubicarse en la zona de San Andrés. Ojalá, ya que sería todo un espaldarazo que animaría a preguntar -primer paso para la compra- a otras empresas. Esperemos que si es esto se confirma no empiecen a marear la perdiz. O sea, a dejar pasar el tiempo, pedir informes y cosas así. En definitiva, que se den cuenta de una vez de la situación: la ZALIA tiene una deuda superior a los cien millones de euros y necesita vender cómo sea.
@balbuenajm