La noche electoral nos ha traído la victoria del PSOE. Algo, por cierto, que ya vaticinaban todas las encuestas sin excepción. Ahora bien, lo que los radares demoscópicos no detectaron fue su magnitud. Sin duda, mucho mayor de lo que se esperaba. Los 20 diputados socialistas en la próxima Junta General del Principado de Asturias significan retrotraernos a otros tiempos. Casi al bipartidismo donde dos formaciones hegemónicas -PSOE Y PP- se movían en torno a esas cifras de escaños. Como digo, el mapa electoral se ha teñido de rojo prácticamente en toda Asturias, salvo en Oviedo donde los populares han conseguido recuperar el Ayuntamiento. Vamos a desmenuzar estas elecciones.
A la gran victoria socialista en el Parlamento asturiano le sigue a mucha distancia el PP. Ha bajado un escaño con respecto a los anteriores comicios del 2015, lo cual es malo, pero no pésimo. Sin embargo, lo peor es la distancia sideral que le llevan los socialistas. Le doblan en número de diputados y porcentaje de voto. Todo un mundo que debería hacerles reflexionar y no sólo quedarse con que han podido resistir. Ciudadanos obtiene un mal resultado con respecto a las expectativas. Se ha quedado muy lejos de los populares y los dos escaños ganados saben a poco. La operación de Juan Vázquez como candidato no ha salido bien. Podemos, por su parte, se queda con menos de la mitad de lo que tenía. De 9 diputados ha pasado a 4. Podríamos decir que el PSOE les ha succionado buena parte del voto. No obstante, les queda el consuelo de que son necesarios para formar una mayoría estable de gobierno. Para IU, tampoco fue una buena jornada electoral. Perdió 3 escaños y se queda sin poder formar grupo parlamentario propio. El tsunami socialista también les ha afectado. Foro pierde un diputado y salva el tipo. No ha sido una campaña fácil para Carmen Moriyón y los suyos. Recordemos que algunos sondeos pronosticaban incluso su desaparición. Al menos, han logrado sobrevivir. Vox, por último, entra con dos diputados en las instituciones asturianas y puede que sepa a poco. Quizá haber podido formar grupo parlamentario propio se vendería mucho mejor. Así y todo, han cumplido.
Finalmente, hemos de decir que la marca PSOE sale muy reforzada. El voto a los socialistas, descontando la valía de sus candidatos, ha sido bastante automático. Producto del efecto arrastre de las generales del 28 de abril y de la figura al alza de Pedro Sánchez. En Gijón, sin ir más lejos, ha vuelto a recuperar el gobierno municipal con una diferencia sustancial con respecto al resto. Ni en el mejor de los escenarios el socialismo local soñaba obtener 11 concejales. Igual que en Avilés, donde, la actual alcaldesa, Mariví Monteserín, ha conseguido una holgada representación con 10 ediles. Noche, pues, espectacular para el PSOE y no tan buena para el resto.
@balbuenajm