Sí, y lo hace con fuerza. En concreto, 11.000 votos más que en los anteriores comicios de 2015. Por eso, ocho años después va a volver a gobernar su ciudad fetiche. En la que estuvo ininterrumpidamente durante 30 y era modelo para el resto de Asturias. La inyección de moral y fuerza que esto supone para el, hasta ahora, abatido socialismo local, resulta inestimable. Conseguir 11 ediles en la nueva corporación representa todo un aval de cara a la gobernabilidad. Desde luego, ni en las previsiones más optimistas podían esperar un resultado tan bueno. Gijón vuelve a teñirse de rojo y no se vislumbra nada que lo pueda cambiar. El PSOE recupera esa figura de gran dominador del Consistorio que ejercerá, a buen seguro, durante estos cuatro años de legislatura.
Ciudadanos, por su parte, ha obtenido un magnífico resultado. De un único concejal a 4. Su incremento en votos también es significativo: sobre 10.000 más que en las anteriores municipales. Asimismo, y esto es de reseñar porque no lo consiguió a nivel autonómico, «sorpassa» al PP quedando como principal partido de la oposición. La noche fue estupenda para el partido naranja. Todo lo contrario que Foro. El desplome de la formación de Álvarez-Cascos ha sido más que evidente. De 8 en el actual Ayuntamiento a 3 concejales. La cuestión, pues, ya no es sólo perder el gobierno municipal, sino cómo ha sido. Sin duda, la ausencia de Carmen Moriyón en la candidatura se ha notado demasiado. La figura de Álvaro Muñiz no ha calado en el electorado gijonés como se esperaba. Por su parte, el PP se mantiene. Podríamos decir que sigue moviéndose por el suelo electoral y a una distancia sideral del PSOE (31.000 votos). La operación de Alberto López-Asenjo no ha salido demasiado rentable. Para este viaje… Podemos tuvo una mala jornada. Ha visto reducida a la mitad su representación: de 6 ediles a 3. El partido morado puede conseguir algún rédito si alcanza una mayoría de izquierda. Sumando junto al socialismo les daría para formarla. Así y todo, el regusto es ciertamente amargo. Lo mismo que IU que ve como se queda con un concejal y 3.000 votos menos. Seguro que Aurelio Martín intentará urdir un tripartito donde esté presente. Por último, Vox entra de forma notable. Dos escaños para ser su primera incursión en la política municipal, no está mal. Eso sí, el conjunto de la derecha (10 ediles) ni siquiera suma tanto como el PSOE en solitario (11).
Por tanto, vamos a tener una legislatura inestable, pero mucho menos de lo que se preveía. Los socialistas pueden incluso gobernar con cierta comodidad. Le basta con un partido (Podemos) o dos (IU) para formar el bloque de izquierda. Doy por hecho que Ciudadanos no entrará en esa puja, puesto que sería un suicidio político. Bastante tiene con ser el partido hegemónico del otro bloque.
@balbuenajm