Dentro de las técnicas de marketing es de sobra conocida la minimización de precios. Es decir, hacer creer que lo caro es más barato o que se puede pagar sin apuros en cómodos plazos. De hecho, todos hemos escuchado alguna vez que por no sé cuánto al mes, te puedes llevar el artículo o bien deseado sin mayores complicaciones. Esto, más o menos, es lo que nos ha contado la concejala de Hacienda, María Pineda, a la hora de defender la subida tributaria que ayer se aprobó en el Pleno. En estas mismas páginas, hablaba la edil de que el incremento medio para los gijoneses puede ser de 1,5 euros al mes. O sea, por la subida de la recogida de la basura, el agua o los servicios municipales que deseemos utilizar. Cuando, en realidad, sólo eso lo vamos a pagar en la zona azul si tenemos que estacionar nuestro coche: pasará a costar 10 céntimos más a la hora. El que la subida de la tasa de basura y precio del agua sea, según la edil, de sólo 50 céntimos mensuales no es en absoluto cierto. Miren si no su recibo, o en las cuentas de la comunidad de propietarios si lo pagan de esa manera, después de que se produzca y verán que será mucho mayor. Yo diría que bastante más.
También Pineda utiliza el mismo truco para la implantación del IBI diferenciado. Ya saben, el que se conoce como «IBI para ricos», aunque, en realidad, afecte principalmente a las empresas en su lugar de trabajo. Dice que el incremento del 75% en el tipo -pasará de 0,45% al 0,79% a uno de enero- representa «un porcentaje muy pequeño y se paga una sola vez al año». Vaya, sólo faltaba que pagásemos la contribución cada trimestre. Ahora bien, lo cierto es que un bien con valor catastral de 1,5 millones de euros, el lugar de producción de una empresa, insisto, representará 5.100 euros más anuales. No sé cómo echará las cuentas nuestra concejala, pero a mí me parece que le duele a cualquiera. Lo mismo que puede pasar en los centros comerciales, porque la mayoría de los inquilinos tienen en su contrato que se les repercutirá en el precio del alquiler mensual que pagan. Según la titular de Hacienda, en esos cálculos suyos de un optimismo desmedido, sobre «20 0 30 euros de repercusión» por cada establecimiento. Tururú.
En cambio, veamos cómo se calcula la llegada de nuevos ingresos extra. Dice que la tasa por el aprovechamiento del espacio público sobre el transporte de energía o la telefonía móvil, junto con estas subidas, generará sobre 3 millones de euros anuales. Sin embargo, en realidad se desconoce la repercusión real. Esto es, cuántos kilómetros de redes tienen estas empresas en la ciudad, más que nada, porque el Ayuntamiento tiene que pedir a las propias compañías que le faciliten esos datos. Como ven, la única verdad es que el gijonés corriente y moliente terminará pagando más. Ah, y que la Semana Negra tiene un aumento de 50.000 euros en la subvención.
@balbuenajm