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Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

Los tontos climáticos.

En el Consejo de Ministros del pasado martes se aprobó la declaración de emergencia climática y ambiental. En palabras de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, permitirá «ir más deprisa» en la descarbonización y responder a la «demanda social». El objetivo es que en 2050 el sistema de generación de energía sea cien por cien renovable, así como que se produzcan cero emisiones a la atmósfera. En cambio, el Estatuto del Consumidor Electrointensivo no avanza de manera tan rápida. El Gobierno ha incumplido su promesa de aprobarlo de forma urgente. Dijo que lo haría nada más hubiese sido nombrado y seguimos igual: sin perspectiva de que esto se produzca. El coste para la industria es importante ya que están pagando la segunda tarifa eléctrica más alta de Europa. Encima, sin mecanismos de compensación, puesto que, el sistema de interrumpibilidad como se demostró en la última subasta, ha resultado ser un fiasco histórico. Seremos, pues, más verdes que nadie, pero con un futuro negro. Al menos, en cuanto al sector industrial se refiere.

En Asturias (y España) empezamos a ver los efectos de ser los primeros de la clase. Esto es, los que quieren forzar el ritmo de la descarbonización que otros países de nuestro entorno, sin duda, se toman de manera más relajada. Acabamos de saber que esa lluvia de millones -ese maná verde que compensaría todo lo que vamos a perder- no va a ser ni mucho menos para tanto. El llamado Fondo de Transición Justa pretende movilizar 7.500 millones de los cuales nuestro país recibiría sólo 307, en una primera aproximación. Eso a repartir entre las regiones afectadas por el cierre de las minas y centrales térmicas (Asturias, Aragón o Castilla y León). Palo que nos da Europa por ser más listos que nadie. Es decir, por haber cerrado la minería cuando se nos dijo y luego las centrales de carbón antes de tiempo. O sea, nos dedicamos a desmontar el sector sin alternativas y después, a las explotaciones que sobrevivan, les quitamos los clientes por el cierre de las térmicas. Sin embargo, en Polonia donde no han movido un dedo -ni tienen mucha intención de hacerlo, por cierto- les sueltan 2.000 millones de sopetón. A esto le llamo yo hacer de tontos climáticos. Dicho de otra manera: en Unión Europea no valoran a quienes pretenden «ser más papistas que el Papa».

Es preocupante la situación de la industria asturiana. A fin de cuentas, lo único que nos hace diferentes y permite tener cierta ventaja competitiva con el resto de España. El maltrato sistemático que este Gobierno, en especial la todopoderosa ministra Rivera, está ejerciendo tendrá consecuencias. De este proceso, ni mucho menos, saldremos indemnes. Tendremos más jubilados, menor población activa y mucha menos capacidad industrial. En definitiva, la misma historia de siempre.

@balbuenajm

Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


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