Me sorprende la propuesta del Ayuntamiento para reformar la «agotada fachada marítima» de Fomento y Poniente. Es decir, desde la Punta Liquerique hasta la plaza del Padre Máximo González en el Natahoyo. Según el edil de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, a quien acompañó el de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron, se convocará un concurso internacional de ideas en julio. Esto es, estudios de arquitectura, urbanismo o ingeniería de todo el mundo podrán participar y dar su visión de como debe ser la zona. ¿Significa esto que se vaya a hacer? En absoluto, Martín nos avisa de que el proyecto será a largo plazo y superará este mandato. Ya saben, lo mismo que el eterno plan de vías (18 años esperando). Además, el concurso no tiene condiciones previas por lo que el técnico de turno, podrá dibujar aquello que le parezca y no pasa nada. Al no imponerse límite presupuestario para sus ideas, igual sale una que económicamente es irrealizable. Entonces, ¿qué se está haciendo al anunciar esto a bombo y platillo? Pues, yo diría que convocar un concurso de dibujo con 20.000 euros como premio, para tenernos entretenidos con debates unos cuantos años. Eso sí, la condición inexcusable es que la movilidad resultante sea coherente con el «modelo de ciudad que se pretende». Traduzco: que se expulse el coche a patadas de Rodríguez Sampedro, igual que se ha hecho en Claudio Alvargonzález y pronto en el resto de Gijón.
Incluso se somete a votación popular, en fin, no vaya a ser que acusen a este gobierno de autoritario. A través de la web municipal cualquier gijonés mayor de 16 años podrá elegir el diseño que le mole, aunque luego, como digo, no lo vea ni por asomo. Miren ustedes, vuelven las fantasías animadas a nuestro Gijón del alma. Las mismas que nos mostraron una impresionante maqueta -estuvo expuesta en Antiguo Instituto Jovellanos y la Feria de Muestras- de la eliminación de la barrera ferroviaria y que nunca vimos hecha realidad. Las mismas que convocaron otro concurso internacional para renovar la imagen de los edificios de la playa de San Lorenzo, cuyo proyecto ganador era imposible de materializar. Pretendía, ojo, reconstruir los inmuebles con otra fachada por delante de las actuales. A mí me parece bien que se le quiera dar otro aire a Fomento y Poniente, más que nada porque su diseño ha quedado obsoleto. Ahora bien, con chicha. Que no se quede solo en bocetos, infografías y quizá otra poderosa maqueta.
@balbuenajm