Es verdad que nuestro presidente, Adrián Barbón, ataca mucho la gestión de la pandemia que se hace en Madrid. Al igual que hace el gobierno de Pedro Sánchez, del cual Barbón es defensor a ultranza, la comunidad madrileña suele ser objeto de dardos continuos desde Oviedo. Más que nada, porque representa una china en el zapato de los socialistas. En su dominio territorial, la pieza para que el puzle autonómico encaje por completo. De hecho, desde el Ejecutivo de Sánchez siempre tienen a la capital en el punto de mira. Especialmente a su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, con quien los encontronazos son sonados y casi diarios. Más allá de eso, de la defensa de la ortodoxia socialista, no creo que Barbón tenga nada en contra de los madrileños. Es más, fue realmente injusto cuando se le acusó de «madrileñofobia» al inicio del proceso de desescalada en la lucha contra el coronavirus. Por aquel entonces, si recuerdan, nuestro presidente reclamó que todas las autonomías cumpliesen con las fases, algo que a 500 kilómetros hicieron de aquella manera. Dicho de otra forma: prácticamente, se las saltaron acortando los plazos y pasaron rápidamente a esta «nueva normalidad» que vivimos. No veo, pues, más allá de la rivalidad política entre ambos partidos (PSOE y PP), que los asturianos tengamos nada en especial contra Madrid. Por otra parte, núcleo principal de visitantes, de emigración y de segundas residencias en Asturias.

Por eso, resulta absurdo entrar en guerras tuiteras que enrarecen las relaciones entre ambas comunidades. Durante el debate sobre el estado de la región en la Asamblea de Madrid, Ayuso cargó contra el Gobierno central y nombró al Principado. Dijo que «Si había tres brotes en Asturias uno era de una familia madrileña, los otros dos no sé». Ejemplo injusto a todas luces, porque no fue ni mucho menos en nuestro paraíso natural donde se vivieron esos episodios de «madrileñofobia». El verano ha pasado sin que, como sucedió en otros lugares, se llamase a que no viniera nadie, incluso con barreras físicas para impedir su entrada. Barbón le respondió utilizando su red social favorita, invitándola a asumir responsabilidades. Llueve sobre mojado, porque, anteriormente, le había recriminado «generar miedo e incertidumbre» por decir que la mayoría de los niños acabarían contagiados. Sin duda, batalla entre partidos por el dominio político de la capital que no debería salpicarnos.

@balbuenajm