El pasado 24 de octubre el Principado decretaba el cierre perimetral de Gijón, Oviedo y Avilés. Una medida que nos cogió a todos por sorpresa, más que nada por inesperada. La situación de la pandemia en cada una de las ciudades era bien distinta. Mientras que Gijón se llevaba el primer puesto en contagios y Avilés el segundo, Oviedo permanecía con niveles bajos. La razón dada por la Consejería de Salud era impedir la movilidad en el centro de la región por su alto nivel de riesgo. El presidente asturiano, Adrián Barbón, dijo después de su puesta en marcha que «no se había mostrado tan eficaz como se pensaba». Incluso durante estos días tuvo que matizar estas palabras en su red social favorita. Casi tres meses después nos encontramos con la situación contraria. La mejor ciudad, desde el punto de vista epidemiológico, es Gijón, mientras que el foco se centra en Oviedo y Avilés. El Gobierno asturiano ha cambiado esta vez de estrategia y pone en marcha un semáforo donde se indica a cada concejo su situación. Es decir, en función de si supera tres parámetros le conminan a tomar medidas en 48 horas. Dicho de otra manera: los asturianos tenemos que mirar cada día el tiempo y si podemos salir del concejo. No les cuento ya quien tiene un negocio, puesto que la incertidumbre sobre el futuro inmediato es total. El nuevo sistema es, pues, como una especie de reloj que nos va contando las horas que nos quedan. Tic tac.
Lo cierto es que con tantas normas, decretos y baremos ya no sabe uno a qué atenerse. ¿Sabrían decirme el nombre de los concejos que están cerrados? Recuerden que son 78 en total. Si tengo que viajar, ¿estoy seguro de que cuando llegue al destino correspondiente podré entrar? Si esto le sucede a los ciudadanos, lo mismo a los cuerpos de seguridad. Durante el primer confinamiento perimetral los controles fueron muy laxos. Tuvieron que ser aleatorios ante la imposibilidad de abarcar a las tres grandes ciudades. Imagínense ahora que, de momento, llevamos ocho municipios cerrados y sobre 380.000 asturianos. Tic tac.
@balbuenajm