¿Se imaginan que al todopoderoso puerto de Bilbao le quitasen una línea marítima prometida y llevaran a otro lado una infraestructura firmada en un acuerdo? Sin duda, no. El guirigay político que se montaría sería extraordinario. Yo diría que casi estratosférico. Vamos, podría empezar a temblar Pedro Sánchez, puesto que los votos del PNV que le permiten gobernar o aprobar los presupuestos, estarían en la picota. Pues bien, exactamente ese cambiazo es lo que ha sucedido aquí. O sea, que El Musel no va a recuperar su autopista del mar y, encima, una gasinera proyectada (estación para el repostaje de buques con gas natural) va a terminar por Valencia. Todo ello, ante la apatía general y sin ninguna voz política que pusiese el grito en el cielo. El acuerdo firmado en 2018 por la Comisión Europea y la naviera Balearia, contemplaba que uno de los cinco buques subvencionados por cambiar su combustible hacia el gas natural licuado (GNL), en concreto, el Sicilia, tendría que retomar la extinta ruta entre Gijón y Nantes. Sin embargo, el susodicho proyecto fu modificado en septiembre y ya no es lo mismo Lo anteriormente firmado se ha convertido en papel mojado. Es decir, la empresa recibirá la cuantiosa asignación de fondos públicos (11,5 millones de euros), pero sus barcos irán a navegar a donde ella quiera. De hecho, ni pisarán el Cantábrico puesto que el ferry que tendría que surcar las aguas de nuestro trozo de paraíso natural, seguirá haciendo la ruta entre Huelva y las islas Canarias. Eso sí, como premio de consolación tendremos una estación de GNL para vehículos. Mientras, ojo, el vial de Jove -el que debe eliminar el tráfico pesado de La Calzada- ni está, ni se le espera. Despierta, Gijón, despierta.
Caso similar a lo que sucede con el plan de vías. Enredado, una vez más, en retrasos e informes, pero sin atisbo alguno de que salga adelante. Es más, el pasado 19 de octubre el Ministerio de Transportes decretó la suspensión del estudio de la estación intermodal. Por lo visto, ya no hace falta comparar las ventajas e inconvenientes entre las dos ubicaciones posibles, a la postre, Moreda o en el entorno del Museo del Ferrocarril, porque el resultado va a ser idéntico: en Madrid no tienen ninguna prisa por mover una sola piedra durante esta legislatura. Hay otras prioridades a lo largo y ancho del territorio nacional. Lo del levantamiento ferroviario quedará, como siempre, en el limbo. Despierta, Gijón, despierta.
@balbuenajm