Mucho me temo que prima más el deseo de castigar que de reconocer un mérito. Estoy hablado de la decisión del equipo de gobierno municipal sobre la avenida Juan Carlos I. Ya saben, lo de retirarle el nombre del vial al Rey Emérito, para dárselo al primer alcalde de la democracia, José Manuel Palacio. De los méritos de este último para tener a su nombre una calle en Gijón nadie duda. De que se repara una injusticia histórica, también. Eso sí, nunca -hasta que fue descubierto el bochornoso comportamiento del monarca- se había barajado desde un Ayuntamiento socialista tal posibilidad. Es más, tuvo que ser en la anterior legislatura, encabezada por la forista Carmen Moriyón como primera edil, cuando se intentó por dos veces sin éxito. Más que nada, por la resistencia de los vecinos a las múltiples gestiones burocráticas que ello implica. Sin embargo, digo, en 34 años que este municipio lleva gobernado por el socialismo, el alcalde Palacio era invisible. Si quieren, hasta un tema incómodo. Ahora, según parece, las cosas van a cambiar bajo la apariencia de un movimiento ciudadano cercano al tsunami.

Sí, porque una de las razones que se aducen desde instancias municipales es la presentación de 4.000 firmas y el respaldo de medio centenar de entidades. Cosa que es discutible, puesto que, a todas luces, nuestro Ayuntamiento eso de las firmas ciudadanas lo maneja como le conviene. En contra del cierre del anillo navegable del Piles se superaron las 10.000 firmas, por la restitución del doble carril para vehículos que existía en El Muro más de 8.000 y contra la nueva ordenanza de Movilidad 23.495.¿Les hicieron algún caso? ¿Cambiaron en algo las decisiones municipales? La respuesta es un no rotundo. ¿Por qué, entonces, hay que ejecutar un cambio de nombre a esta avenida? Sin duda, debido a que existe un trasfondo ideológico detrás. Ni más, ni menos.

Juan Carlos I y sus chanchullos son inaceptables. Vamos, que no tiene ni un pase. Ahora bien, ni ha sido imputado, juzgado o condenado. Es decir, lo normal sería que después de que se pronuncie la Justicia, está iniciativa adquiriese mucho más sentido. En la actualidad, como saben, el tema está siendo investigado por la Fiscalía. No obstante, como medida preventiva, aquí tomamos la decisión de cambiar su nombre en una avenida. La verdad, debe ser la única vez en la que nos anticipamos a algo. La única en la que nos damos prisa.

@balbuenajm