Es lo que queda a los conductores en nuestra ciudad: adaptarse a la pléyade de prohibiciones que se imponen desde la concejalía de Movilidad. Eso sí, siempre en la misma dirección: dejar la circulación en coche reducida a la mínima expresión. Incluso nula, si puede ser. Estamos viviendo toda una cruzada contra el vehículo particular, cuyas consecuencias padecemos a diario. En este Gijón del alma se ha vuelto imposible aparcar -puesto que se han cargado infinidad de plazas- aunque luego digan lo contrario. En calles donde antes se circulaba de forma razonable (avenida de la Costa, Castilla, El Muro, o Pablo Iglesias), ahora mismo se forman tapones a cualquier hora. Desde luego, no son atascos puntuales. Ir desde el punto A al B dentro del casco urbano, supone tardar el doble que antes por la cantidad de requiebros que es necesario hacer. Sortear calles cerradas o donde se ha reducido el tránsito rodado al imprescindible, por ejemplo. En resumen, que nuestra resiliencia -esa capacidad para adaptarnos a un agente perturbador- está al límite. Podríamos decir que no da más de sí. Vean si no la última que nos tienen preparada los de Movilidad.

Gran jefe de la tribu, a la postre, el concejal del ramo, Aurelio Martín, dice que se puede dejar Rodríguez San Pedro y la avenida José Manuel Palacio (antigua Juan Carlos I) con un solo carril a corto plazo. Esto es, nada de esperar al proyecto que se pretende ejecutar para renovar la fachada marítima de Fomento. Según un estudio de la densidad de tráfico efectuado en mayo, creen que es posible. Ojo, sin contrastar el tráfico de 2019 o años anteriores, cuando éramos plenamente normales. Se corta y punto. La alternativa sería utilizar Sanz Crespo -calle abandonada y destartalada desde el inicio del levantamiento ferroviario- aunque no tengamos fecha aproximada para su remodelación. Recordemos que está pendiente del desarrollo de la futura estación intermodal. O sea, va para largo. Sin embargo, ese vial básico de conexión en Poniente lo quieren dejar a menos de la mitad. Lo mismo que hicieron con El Muro. A los barrios de la zona oeste se les cierra una puerta sin abrirles otra. ¡Viva la República Independiente de La Calzada! Por el medio, las 81 plazas de aparcamiento de Rodríguez San Pedro están en solfa. Gijoneses que cometéis el pecado de utilizar vuestro coche para trabajar o porque os da la gana: resiliencia y más resiliencia.

@balbuenajm