Mucha gente piensa que lo público no cuesta. Es decir, que cuando no pagamos un bien o servicio de forma directa es gratis. Una consulta al médico de familia, la obtención de una medicina cualquiera o una gestión determinada que no se cobra. Ahora bien, hay detrás un pago oculto que el ciudadano no acaba de percibir, puesto que lo hace a través de sus impuestos. Esto, digo, que es el abecé en una buena gestión de lo público, muchas veces también lo creen quienes tienen responsabilidades de gobierno. O sea, los gestores y ejecutores de los presupuestos. El pasado martes se presentaba el nuevo protocolo anticontaminación de la zona oeste de Gijón. Por cierto, el enésimo plan de este tipo que se anuncia. Entre sus medidas, llama la atención que, ante determinados niveles de alerta, se ofrezca la gratuidad del billete de autobús de EMTUSA en ciertos trayectos. Es decir, decretada la emergencia el transporte urbano no se cobraría, supongo que para fomentar la utilización de este medio. En este sentido, en los presupuestos vigentes -los mismos que en 2020- se bajó el precio del billete sin mayores miramientos, siendo prácticamente el único servicio municipal que no subió. Tomen si no como referencia el agua que sí lo hizo a uno de enero del año pasado. Todo ello, según el Ayuntamiento, para que evitar los desplazamientos en coche.
Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta. Primero, porque la pandemia cambió nuestras vidas y la gente tenía miedo a utilizar el autobús. De hecho, la caída en picado de viajeros ha sido épica (sobre ocho millones en un año), pese a que durante buena parte de esta crisis sanitaria no se cobró nada. Y segundo, recuperada la normalidad, el que se ofrezca ese falso gratis, no significa que automáticamente el número de viajeros se vaya a disparar. Hace falta más. Yo diría que mucho más para convencernos. Por ejemplo, que sus recorridos no sean eternos, los horarios acordes con las necesidades y cosas así. Las experiencias que se han llevado a cabo en otras ciudades así lo indican. Mientras tanto, el déficit de EMTUSA sube como la espuma. Tanto, que va a recibir de los Presupuestos Generales del Estado más de 5 millones de euros para enjuagarlo, tras haber puesto 3,4 millones previamente el Ayuntamiento. En fin, desconocemos hasta donde llegará esta bola de nieve, si seguimos practicando el falso gratis con el transporte urbano de nuestra ciudad.
@balbuenajm