>

Blogs

Jose Manuel Balbuena

RETORCIDA REALIDAD

Pan y circo.

A muchos gijoneses que no somos pro taurinos (pero tampoco anti) nos sorprendió lo que pasó este verano con la Feria de Begoña. Si recuerdan nuestra alcaldesa, Ana González, decidió acabar con las corridas de toros de un plumazo. Es más, lo hizo de forma personal e intransferible con una lapidaria frase («se acabó la Feria Taurina en Gijón») y sin consultar con nadie. Vamos, quizá con la almohada. Decíamos entonces desde esta columna que había que fijarse sobre todo en las formas de tan impetuosa postura. Es decir, que esta prohibición de facto -aunque desde el Ayuntamiento eludan este término- surgió porque se lidiaron dos reses cuyo nombre no gustó a nuestra primera edil. «Nigeriano» y «Feminista» que, por cierto, se hicieron famosos a nivel nacional. Pasado el tiempo, claro, toca justificar eso de terminar por las bravas con 133 años de historia. Ojo, y hay que hacerlo de forma legal porque tanto los aficionados como la empresa concesionaria de la plaza de El Bibio, amenazan con llevar el tema a los tribunales. Imagínense si, por un casual, un juez dice que esta prohibición de facto, repito, no procede y vuelven las corridas. Menudo ridículo.

Pues bien, según parece la cuestión consiste en contraprogramar. O sea, montar todo tipo de espectáculos en verano para no dar así opción a que se celebren las corridas. De sobra saben desde instancias municipales que es la única época del año donde pueden ser rentables por dos razones: la afluencia del turismo y el tiempo meteorológico. Desde luego, nadie arriesga su dinero con las lluvias del invierno y sin población extra. La portavoz del gobierno municipal, Marina Pineda, justificó en una intensa programación veraniega la denegación de la prórroga del contrato de concesión a Circuitos Taurinos S.L. Tal parece, digo, que se van a montar una especie de pan y circo al más puro estilo romano. Tres meses que dura el periodo estival de festejos ininterrumpidos. Eso sí, sin maltrato animal de ningún tipo. Ahora bien, tampoco Pineda eludió la motivación principal que subyace en todo este asunto. «Nuestro deseo sería que no hubiese corridas», dijo. En el fondo, meollo de la cuestión. Nuestro Ayuntamiento se acoge a un clavo ardiendo con tal de que el mundo taurino desaparezca de Gijón. Para ello, promete cubrir El Bibio y darle un barniz de «cultura positiva» (Ana González dixit). El problema será cuando otra actividad cualquiera (la que sea) tampoco les guste. Hoy son los toros y mañana… ¿qué?

@balbuenajm


Por JOSE MANUEL BALBUENA

Sobre el autor

Economista y empresario. Colaborador de EL COMERCIO desde hace ya muchos años. Vamos, un currante en toda regla


diciembre 2021
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031