Durante el pasado mes de enero se activó dos veces el protocolo de actuación en la zona oeste ante episodios de contaminación. Básicamente, el Ayuntamiento puso en marcha medidas para mitigar el impacto del tráfico, riego de carreteras, aviso a las empresas industriales; además de información a la población. En concreto, lo más visible fueron las retenciones que se producían en la avenida Príncipe de Asturias, ante el control que había montado la policía municipal. De hecho, una de las grandes cuestiones estuvo en si debían circular o no los camiones en dirección a El Musel, proponiéndose desde la concejalía de Medio Ambiente su desvío por Aboño. Sin embargo, nada de esto fue efectivo. El paso del nivel 1 al 0 se debió al cambio en las condiciones atmosféricas. Es decir, la llegada de la lluvia. Sin ella, la concentración de partículas hubiese seguido subiendo igual, en lo que podríamos considerar la zona cero de la mala calidad del aire en Gijón. Los barrios del oeste (Jove, El Lauredal, Veriña, La Calzada y El Cerillero) sufren la invasión de nubes rojas cuando no llueve y se inundan cuando lo hace con profusión. En definitiva, un panorama nada halagüeño para sus habitantes.
¿Cómo se soluciona? La respuesta es fácil: con dinero, pasta, perres… El vial de Jove es la inversión estatal que debería eliminar el tránsito del tráfico pesado. Ahora bien, año tras año estamos viendo como los presupuestos pintan partidas que ni siquiera ejecutan. En el presente ejercicio, son 100.000 euros los que nos encontramos. Ojo, en un monto total de 227,5 millones de euros, aprobado por el Ministerio de Transportes en julio de 2021. Por cierto, un proyecto que lleva ya quince años de retraso en su ejecución, algo a lo que estamos acostumbrados en esta ciudad. El segundo ítem importante en la lucha por un aire limpio está en Arcelor. Que se modernice su proceso productivo es pieza clave para una recuperación medioambiental. Recuerden que tanto los mandamases de la multinacional (la familia Mittal), como el presidente del Gobierno (Pedro Sánchez), anunciaron inversiones por mil millones de euros en un ambicioso proceso de descarbonización. Sin una siderurgia verde, difícilmente se producirá una mejora visible en las condiciones de la zona oeste. Repito: solo con protocolos, planes de actuación y medidas contra el tráfico no conseguiremos demasiado. Se necesita: dinero, pasta, perres…
@balbuenajm