Mañana se cumplirán tres años desde que nuestra alcaldesa, Ana González, tomase el bastón de mando. En principio, nada hacía prever que fuese a ser una legislatura tan movida. El resultado electoral del PSOE con 11 concejales daba para estar tranquilo. Sin embargo, ha habido factores exógenos que han puesto las cosas muy difíciles. Huelga decir que la pandemia nos llevó a todos -incluidos a nuestros dirigentes- al límite. Nada ha sido fácil desde aquel marzo de 2020 donde empezó una de las épocas más convulsas de la historia. A lo que ha contribuido también esta nueva lacra que es la guerra de Ucrania y la hiperinflación que trajo consigo. De eso, como digo, nadie se ha librado y nuestro Ayuntamiento, tampoco. Ahora bien, a nivel local cabe preguntarse si este equipo de gobierno ha hecho las cosas bien. Es decir, si la percepción ciudadana de su gestión es positiva o, bien al contrario, tiene un cierto sesgo negativo. Veamos.
¿Ha entendido Ana González a Gijón? Yo diría que todavía no. Muchas veces sus reacciones, comentarios o decisiones impetuosas han sido interpretadas como un signo de autoritarismo. Recuerden aquello de «Se acabó la Feria de Begoña» en agosto del año pasado, cuando decidió poner fin a las corridas de toros de manera radical. Tampoco se entiende muy bien que la Movilidad haya sido el eje de la acción municipal. Máxime, cuando está en manos de un partido que no es ni mucho menos el hegemónico (IU tiene un edil). Digo más, esa especie de «modelo de ciudad» que se está tratando de imponer, es lo que más contestación ha tenido en la calle. Lo último, una sentencia judicial que revierte la peatonalización en El Muro. Precedida, claro, de varias manifestaciones, peticiones de firmas y protestas por doquier. A eso nuestra alcaldesa siempre ha respondido con la misma cantinela: «ya os acostumbrareis». Tal parece, digo, que los gijoneses tenemos que adaptarnos a ella y no al revés. Es más, vista la entrevista que se publicó en estas mismas páginas el domingo, no parece que exista propósito de enmienda. Una reflexión que debe hacer junto a su partido, sobre el mensaje que se traslada al ciudadano desde el equipo de gobierno. Además de ver si es lo mejor una postura férrea con aquellos movimientos que discrepan, a los cuales no duda en tildarlos como políticos. Hasta el momento, pues, lo que llega desde la alcaldía es una teoría de las lentejas en estado puro. Si quieres las tomas y si no…
@balbuenajm