Menos mal que a la multinacional Amazon no le interesó construir su nave en Gijón. Dicho de otra forma: vio lo que había en la Zona de Actividades Logísticas e Industriales del Principado de Asturias (Zalia) y salió corriendo. En concreto, hacia el concejo de Siero, donde fue recibida con los brazos abiertos. Es más, gracias a su llegada el ayuntamiento ha ingresado más de 3,4 millones de euros por el cobro de los respectivos impuestos municipales. Además, claro, de revitalizar un polígono medio muerto como era el de Bobes, hasta ser el más demandado por parte de las empresas. Menos mal, digo, que Amazon no cayó en la trampa de que le dieran gato por liebre. A la postre, lo que ofrece en la actualidad la Zalia: un proyecto de polígono industrial que después de 17 años, ni siquiera puede garantizar suministro de luz suficiente. Imagínense si no lo que hubiésemos tenido que escuchar desde del equipo de gobierno municipal, en la parte que toca a IU. Poco menos, que Satán se había presentado en nuestra ciudad y había que salir en manifestación para expulsarlo. Exactamente el mismo discurso que estamos viendo sobre la futura construcción de un hospital en el Nuevo Gijón por parte del grupo QuirónSalud.

En el Pleno de ayer, y con una inversión de 50 millones de euros sobre la mesa, volvió a sobrevolar el mantra ideológico de siempre: que si va a debilitar la sanidad pública, que si es una amenaza, que si se abre la puerta a la privada… En resumen, el dogma que ha logrado imponer la coalición (un concejal) a su socio de gobierno socialista (once ediles). En definitiva, el que nos ha llevado a tener una política de Movilidad que ha crispado como nunca a los gijoneses. Tanto es así, que es probable que la parte mayoritaria lo pueda acabar pagando en las urnas, mientras que la minoritaria saldría reforzada. Sin duda, llama la atención que IU rompa la unidad del equipo de gobierno, al abstenerse en la aprobación de la permuta de las parcelas que permitirá la construcción del hospital. Ojo, todo ello mientras los socialistas han estado apoyando cada una de sus propuestas. Asumidas sin excepción y a veces utilizando el método del pavo: a tragar. Fíjense si no lo que sucedió en El Muro, donde el PSOE llegó a aceptar el doble sentido circulatorio y luego dio marcha atrás por el cabreo del todopoderoso edil, Aurelio Martín. En fin, mucho me temo que estas desavenencias irán creciendo según se vayan acercando las elecciones.

@balbuenajm