Esta semana se colocó la primera de la obra de ampliación del Hospital de Cabueñes. Acto colateral al que se celebró en agosto con la presencia de la ministra de Sanidad, Carolina Darias. En esta ocasión, estuvieron presentes, además de las autoridades del Principado, los alcaldes y alcaldesas del Área Sanitaria V (Gijón, Carreño y Villaviciosa), ex cargos que participación en la realización de este proyecto a lo largo de las distintas legislaturas, además de una representación del propio personal centro sanitario. Digamos, pues, que se trató de un evento mucho más amplio y que intentó evitar críticas por las ausencias. Entre otras, las de los propios trabajadores del hospital que en la anterior presentación se sintieron excluidos. Pues bien, durante el mismo se introdujeron diversos objetos en una urna transparente a modo de «cápsula del tiempo». O sea, cosas que intentan representar a cada uno de los que allí estaban. Por ejemplo, la alcaldesa de Gijón participó con una reproducción de «Las Letronas». También contó, claro, con un ejemplar de EL COMERCIO. Se supone que algún día muy lejano, serán encontrados por alguien y conocerá de primera mano la historia del edificio. Sin embargo, echamos en falta un escrito de los propios gijoneses y, en general, usuarios de la sanidad pública. Algo que contase las innumerables peripecias de esta ampliación. Diría algo así como: «Hemos estado esperando por ver esta obra ocho años, desde que fue aprobada en un Consejo de Gobierno del Principado de Asturias. Casi diez desde que se anunció. Cinco desde que se diseñó y presentó el proyecto. Once meses más porque la primera licitación resultó desierta, debido a que el precio al que se había anunciado resultaba imposible de cumplir por parte de las constructoras. Si estás leyendo esto es que vas a hacer un nuevo Cabueñes. No cometas los mismos errores».

@balbuenajm