Hay veces que en una semana se avanza más que en 20 años. Es el caso del vial de Jove. Obra que, por fin, aprobó su licitación, después de una larga y vergonzosa historia de retrasos e incumplimientos. Recuerden que en su última visita a Gijón la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, nos dijo aquello de «pronto tendremos buenas noticias sobre Jove». Las mismas fueron que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 no había una programación plurianual para su desarrollo. Consignaban fondos por valor de 73 millones de euros cuando el proyecto tiene un monto inicial de 236,11 millones. Recuerden también que en los anteriores PGE las partidas eran de 100.000 euros anuales. Grito en el cielo, petición unánime de los grupos políticos en el último Pleno ordinario del mandato, carta dura de la alcaldesa… Nada. Sin duda, lo que más influyó fue que este jueves se inició la campaña electoral. Por eso, el martes tuvimos el anuncio. Ahora bien, queda todavía mucho camino por recorrer: adjudicar y ejecutar la obra. Casi nada. Muchas de nuestras infraestructuras superaron este primer trámite y luego se quedaron en el limbo. Eso sí, de momento disfrutemos de este milagro electoral. A las cámaras de vigilancia de la zona rural les ha pasado algo parecido. Se decidieron instalar en una Junta Local de Seguridad allá por diciembre de 2022 y tras 43 robos perpetrados. Esta misma semana los vecinos de Castiello levantaban la voz ante el retraso en su instalación, además, lógicamente, de que era el tema principal de crítica cuando los candidatos de los distintos partidos visitaban la zona rural. ¡Oh casualidad! La Comisión de Garantías de Videovigilancia, dependiente del Gobierno central, aprobó el miércoles la instalación de 73 cámaras. Oigan, ¿por qué será? Conclusión: deberíamos tener elecciones todos los años. Por lo visto, es la única manera de que se hagan las cosas.

@balbuenajm