No hubo sorpresas con respecto a los sondeos previos al 28 de mayo. El PSOE ganó las elecciones en Gijón, pero quizá no gobierne. Le han fallado los posibles socios para formar esa mayoría de izquierdas. En concreto, Podemos ha perdido dos de sus tres ediles con lo que deja ese tripartito sin efecto. Vamos por partes. Los socialistas han perdido dos concejales. ¿Castigo? Sí, claramente, aunque tampoco descalabro. Máxime si pensamos que más de la mitad de los gijoneses consideraban su gestión como mala en estos cuatro años, según nos decía la demoscopia. Lo dijimos en esta misma columna: para muchos, el PSOE es el problema y a la vez la solución. Su gran implantación en el municipio le hace tener una enorme resiliencia. En cambio, a IU le ha sentado muy bien la gestión de la concejalía de Movilidad y Medio Ambiente. Ha conseguido dos ediles lo que significa doblar la representación actual. Por su parte, Foro consigue una subida muy importante. Son cinco concejales más. El efecto de Carmen Moriyón como candidata funcionó y superó incluso los porcentajes de voto de 2011. Eso sí, va a necesitar de un PP que aumentó en dos ediles y otros tantos de Vox que mantuvo lo que tenía. Los populares han salido del suelo en el que estuvieron durante dos legislaturas, pero me temo que esperaban más. Ciudadanos, como era previsible, se hundió, perdiendo de sopetón sus cuatro concejales. En definitiva, si Moriyón quiere volver a ostentar el bastón de mando tendrá que negociar mucho. Seducir a dos formaciones para que le den, no solo su apoyo para la investidura, sino también una estabilidad durante la legislatura. Algo que no va a resultar sencillo y seguro que viviremos unas intensas jornadas poselectorales, incluso más emocionantes que estos comicios. De momento, la derecha suma.
@balbuenajm