Intuyo que en la calle La Argandona (sede de los socialistas gijoneses) todo serán cábalas, intentando saber el porqué de una victoria con sabor a derrota. Sin duda, hacer ahora especulaciones sobre lo que hubiera podido pasar, no deja de ser un ejercicio de política ficción. Lo cierto es que El PSOE local se metió en unas primarias inesperadas y ha acabado pagándolo. Un proceso así, de abrirse en canal, siempre tiene consecuencias. Eso sí, nunca podremos conocer, repito, si con Ana González como número uno, el resultado hubiese cambiado. Es más, visto el rechazo que produjo su gestión, es posible que estuviésemos ante un descalabro. Sin embargo, como digo, eso permanecerá siendo una incógnita. Lo mismo que si se hubiese elegido a otro candidato. Luis Manuel Flórez, «Floro», no parece que haya conseguido ser el revulsivo necesario. Al menos, el suficiente como para no perder la alcaldía. Su bonhomía chocó de frente con la intensidad de una contienda electoral. Quizá le faltó meterse más a fondo en los temas candentes (no tanto mensaje generalista) y fajarse directamente con Foro (su principal rival, desde el primer momento). Entonces, sumando estas dos cosas, igual el socialismo gijonés encuentra los motivos de una mala noche.
En cambio, en la sede de Foro Asturias las cosas se ven de otra manera. Seguro que ya tienen en mente las negociaciones con sus posibles socios. A la postre, PP y Vox. Ambos ya han estado vendiendo que son decisivos, lo que debemos interpretar como un nivel de exigencia. Las posibilidades de esta legislatura son varias: desde acuerdos puntuales, hasta una entrada en el equipo de gobierno. En 2011 los populares apoyaron a una desconocida Carmen Moriyón, obteniendo como resultado la enésima crisis popular. Recuerden la abrupta salida de Pilar Fernández Pardo. Ahora, claro, el contexto es otro. Ángela Pumariega manifestó en la noche electoral que facilitaría la gobernabilidad, consciente de que el resultado no da para más. Por su parte, el segundo socio, o sea, Vox, no sabemos por dónde va a salir. Es una incógnita lo que pretenden hacer, más allá de que tendrá que apoyar a Moriyón en la investidura. Lo contrario sería inexplicable. Algo similar a lo que le ocurrió al PSOE con Xixón Sí Puede en 2015, cuando Foro gobernó al ser el partido más votado. En definitiva, la resaca electoral nos deja un panorama municipal de pactos complicados.
@balbuenajm