Antiguamente lo que hoy se conocen como Viviendas de Uso Turístico (VUT) se anunciaban en los supermercados. Más en concreto, en sus tablones de anuncios. Eran los llamados pisos de temporadas o para veraneantes. Lo cual, dicho sea de paso, siempre fue una tradición de mucho éxito en Gijón. No es, pues, nada nuevo. Lo que ha cambiado, sin duda, son los tiempos. Internet ha hecho que su mercado sea global -no solo para quienes venían de León o Madrid- y aumente la temporalidad. Es decir, se alquilan por días y no por quincenas o meses como antes. A la postre, como si fuese un hotel. Su crecimiento exponencial tiene dos motivos principales. El primero, que existe una cierta burbuja turística. El sector está en auge y por cualquier circunstancia la cifra de visitantes no para de crecer. Recordemos que durante la pandemia éramos un refugio ante la Covid y ahora climático contra la parrilla ibérica. En definitiva, nuestras condiciones de mercado no saturado -al contrario que el sur o la zona del Levante español- hace que sean muchos quienes decidan pasar aquí sus vacaciones. Por otra parte, fenómeno que también comparten otros destinos del norte. Cantabria, País Vasco o Galicia también están en cifras de récord.
El segundo, tiene mucho que ver con las regulaciones del mercado de la vivienda. Tentación que los políticos no suelen resistir. La nueva Ley de Arrendamientos Urbanos que ha impulsado el Gobierno es un acicate para un crecimiento de las VUT. Fíjense que los propietarios tienen que estar sujetos a límites de renta si se considera su zona tensionada, o más dificultades para el desahucio en el caso de que los inquilinos no le paguen el arrendamiento. En definitiva, que se pasan al mercado de los pisos turísticos para evitar tan estricto corsé. Además, claro, de que por esa vía consigue una rentabilidad mayor y pueden disponer del inmueble de forma inmediata. Conclusión: mientras el parque turístico aumenta como la espuma, el de arrendamientos de larga duración disminuye a esa misma velocidad. Las plataformas que ofrecen pisos turísticos están a rebosar, mientras que las inmobiliarias no disponen de oferta de viviendas para alquilar. ¿Cómo se soluciona esto? Está claro que no abrasando con más impuestos a las VUT. Más bien, el mecanismo es hacer atractivo el arrendamiento de toda la vida. Que los propietarios tengan incentivos para pasar a rentar su vivienda a largo plazo. Así de simple y sencillo.
@balbuenajm