Resulta curioso lo que ha pasado con la plaza de toros de El Bibio. En agosto de 2021 –con el famoso «Se acabó la Feria de Begoña» de la anterior alcaldesa, Ana González– se esbozó un informe sobre su estado estructural. En concreto, alertaba de hundimientos en las gradas que la hacían peligrosa para el público. Digo esbozar porque, en realidad, nunca hubo mucha claridad en dicho peritaje. Así y todo, estuvo cerrada durante dos años. A resultas, el coso taurino entró en una especie de abandono, puesto que los planes de aquel equipo de gobierno eran otros. De hecho, unas fotos publicadas en EL COMERCIO mostraban que estaba llena de maleza y sin conservación alguna. Vamos, que llevaba camino de seguir la misma suerte que la de Oviedo: en ruina total. Sin embargo, en 2023 hemos visto como volvieron las corridas de toros, sin ninguna obra de especial relevancia. Esto es, no parece que hubiese mayor peligro para albergar espectáculos. Al menos, eso han dicho los informes de los técnicos municipales. Ahora, desde Divertia, se nos informa de que tendrá una programación de ocio entre el 4 de abril y 25 junio. Incluso nos hablan de que se cubrirá, respetando siempre que se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC). Todo ello, habida cuenta de que no se consiguió financiación europea para hacer una cubierta en condiciones. Como tiene la de León, por ejemplo, que combina diversas actividades con ferias taurinas. Tenemos, pues, que la centenaria plaza de El Bibio entonó este año un sonoro sobreviviré, ante el oscuro futuro que se le venía encima.

@balbuenajm