La solución al problema del alquiler pasa por aumentar la oferta. No queda otra. Las distintas administraciones (local, autonómica y estatal) siempre caen en la tentación de creer que pueden suplir al mercado. Nada más equivocado. La consejería de Vivienda asturiana viene anunciando a bombo y platillo una actuación sobre el solar de la antigua Escuela de Peritos: 250 pisos en régimen de arrendamiento para jóvenes. Proyecto que lleva dando vueltas desde la anterior legislatura y todavía sigue sin mover un ladrillo. En solo un año de vigencia, la nueva Ley de Vivienda ha expulsado (a patadas, diría yo) a los arrendadores de cualquier condición. Grandes, medianos o pequeños. Medidas como fijar precios máximos o esa dificultad para recuperar la propiedad en caso de impago, han llevado a un trasvase o retirada masiva de la oferta. En concreto, hacia el arrendamiento de temporada o turístico que no tienen esos férreos corsés impuestos por esta norma intervencionista. Ahora, resulta que una experiencia pionera para la iniciativa privada en Nuevo Roces se hunde. El edificio «L50» concebido para el «build to rent» (construcción para destinar al alquiler) se acabará vendiendo como de protección autonómica. Todo ello, puesto que la promotora, según su versión, no recibirá unas presuntas ayudas. Fíjense cómo estará la cosa que había recibido 30.000 solicitudes para 103 pisos. Conclusión: quien dice tener la solución para el acceso a la vivienda, muchas veces es su principal problema.
@balbuenajm